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El siguiente texto llegó vía correo electrónico y es una opinión personal de Luis Hernández Montalvo.
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Mi voto, más importante que los partidos juntos.

Luis Hernández Montalvo.

Cuando la tarde del cinco de julio, los escrutadores de mi casilla electoral, empiecen a contar los votos, se van a encontrar con una boleta electoral, cruzada a lo largo y ancho de la misma, para que no quede duda de la intensión de mi voto. Este, va dirigido, en primer lugar contra ese pájaro de mal ahuero, que promueve la pena de muerte para los secuestradores y criminales.

El partido verde, es una organización conformada por jóvenes, por mujeres y hombres de rostros hermosos tras los cuales se esconden los intereses criminales más nefastos de la nación, viejos odios de políticos decrépitos hacen su aparición en días de angustia de personas y familias que se han visto afectados por el secuestro y el crimen.

Un partido verde, no debiera anunciar más muerte y más muertos, sino aquellas propuestas que nos permitan preservar la casa común, de la destrucción planetaria de la que somos responsables todos los habitantes de la tierra. El Partido Verde Ecologista de México, ha dejado sus tareas sustantivas y se ha lanzado a una campaña electoral que busca los votos a cualquier precio para guardar su registro, lástima pero un partido así no nos sirve a los mexicanos.

La intensión de mi voto, de no apoyar a ningún partido y a ningún candidato, se funda en mi total rechazo a las redes de complicidad entre los políticos que se han ido integrando como un Estado alterno después de los procesos de privatización de la industria paraestatal que se creó con fondos públicos.

Esta nueva clase política decide la integración de la administración, de los órganos de gobierno, de la integración de nuevas instituciones y leyes de acuerdo a sus muy particulares intereses. Aquí está la maestra Elba Esther Gordillo, Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, cuyas prácticas electorales contradicen el espíritu de nuestras leyes e instituciones que llegamos a creer, que por fin dejarían de ser una aspiración en los documentos oficiales para dar paso a la certeza del respeto al sufragio efectivo.

Durante los últimos cuarenta años, no he dejado de acudir a las urnas, los jóvenes de mi generación iniciamos nuestra militancia en el Partido Comunista Mexicano, a principios de los años setenta, se trataba de un nutrido grupo de profesores y profesoras egresados de las Escuelas Normales Rurales de Tenería Estado de México y de Teteles de Ávila Castillo.

Durante casi cuatro décadas, hemos luchado por democratizar a nuestro sindicato desde diferentes trincheras y hemos contribuido a la democratización del país, como representantes de casillas, como representantes de partido y como Consejeros Electorales, por eso condeno el registro del Partido Nueva Alianza, porque fue otorgado a la Presidenta del SNTE como pago por sus servicios de fraude electoral del PAN contra el PRD, o dicho de manera más directa del candidato Felipe Calderón contra el también candidato Andrés Manuel López Obrador.

Mi voto es contra los responsables electorales que sin el menor sentido común le dieron registro electoral a un partido-sindicato, que niega el carácter de frente amplio que debe representar toda organización gremial y cancela las libertades políticas de los trabajadores, su carácter de ciudadanos libres y con ello violenta nuestras leyes pretendidamente democráticas.

Mi voto señores Consejeros Electorales del IFE, es portador de una enérgica protesta porque los señores del Congreso de la Unión, Diputados y Senadores de la República, representan la ignorancia frente a los graves problemas de Educación Pública, frente a su inmovilismo ante el reclamo de importantes franjas del magisterio nacional, en contra de la aplicación de la imposición de la política educativa que no fue consultada con los involucrados en su aplicación.

Este congreso está atrapado por la Presidenta del CEN del SNTE, sus relaciones son de poder, mientras que en las escuelas o en la calle los trabajadores de la educación se enfrentan a los bastones, golpes y gases lacrimógenos de policías y granaderos, como vergonzosamente ocurre en Puebla.

Nosotros somos los electores, por eso condenamos el abuso de los líderes del SNTE, que aprovechando el control de los trabajadores, disponen arbitrariamente del tiempo de los profesores para promover la campaña de los candidatos del Partido Nueva Alianza. Miles de horas-clase se pierden miserablemente, mientras los profesores son enviados a la calle a repartir volantes, casa por casa, en los caminos de las poblaciones, lo mismo ocurre los fines de semana y con los padres de familia de las escuelas.

La maestra Elba Esther busca conservar el registro del Partido, pero también garantizar la diputación plurinominal del nieto, en ello, se lleva a la educación pública entre las patas de los caballos, el descredito del magisterio crece y la politiquería lo anula como agente democrático, la impunidad no tiene límite, los niños quemados de Sonora reclaman justicia frente a las políticas de simulación en los reclamos sociales. ¿Cuántas guarderías como las de Sonora existen en el país?

Desde ahora rechazamos cualquier intento por manipular las leyes y los procesos electorales para convertirnos en un país bipartidista. Repito, la pena de muerte que promueve el verde, no es para los secuestradores y criminales, sino para los inocentes que como los profesores se atreven a condenar tanta estupidez y despilfarro burocrático, mientras la educación pública se destruye hasta los cimientos.

El autor es profesor del Bachillerato General Matutino del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla.
hernandez_luis21yahoo.com.mx