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miércoles, 5 de agosto de 2009

SOBRE EL EXAMEN DE PLAZAS DOCENTES - Leyes

Llegó por correo electrónico: infocord@gmail.com

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A LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN

A LOS EGRESADOS DE LAS ESCUELAS NORMALES

A LA SOCIEDAD EN GENERAL

Con fecha 27 de julio del presente año, en la mayoría de los diarios de circulación nacional y estatal, aparecieron publicadas las convocatorias para la solicitud y presentación del examen para ingreso a plazas docentes de jornada y hora-semana-mes y promoción de plazas docentes vacantes del ciclo escolar 2009-2010, como parte del Concurso Nacional de oposición que la nefasta Alianza por la Calidad de la Educación ha impulsado como parte de su plan privatizador de la enseñanza pública.

En este concurso Nacional, los aspirantes se disputaran 16 mil 387 puestos y 105 mil 7 horas, las cuales se asignaran con solo tener 25 aciertos de un total de 80 preguntas para acreditar, lo cual no representa mas que la tercera parte de la prueba; sin que se tenga la seguridad de conseguir un lugar aun cuando el examen sea aprobado, puesto que en algunas entidades sólo se les otorgará la plaza si hay recursos presupuestales para sustentarla. Puntualizando que en cada entidad federativa habrá criterios diferentes de acuerdo con los intereses de quienes sean encargados de la aplicación de estos exámenes, los cuales en su mayoría son parte de la mafia enquistada en el CEN del SNTE y la SEP.

La sección 22 de Oaxaca, no sólo rechaza estos métodos para la asignación de las plazas sino repudia la violación sistemática de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y su utilización a conveniencia, ya que si bien el articulo 123 en su apartado B fracción VII determina que “la designación del personal se hará por sistemas que permitan apreciar los conocimientos y las aptitudes de los aspirantes” como lo señalan las convocatorias, ¿qué mejor sistema puede resultar 4 años de formación continua, prácticas docentes intensivas, elaboración de tesis educativas, presentación de examen de titulación y cedula profesional emanadas de una Escuela Normal?

Asimismo, asumiendo la responsabilidad de la defensa de los trabajadores, señalamos y exigimos que la fracción VII de este artículo se respete y se aplique de manera irrestricta, pues los exámenes para maestros en servicio quebrantan nuestros derechos escalafonarios, ya que nuestra carta magna establece que “los ascensos se otorguen en función de los conocimientos, aptitudes y antigüedad”.

En Oaxaca no se aplicaran estos exámenes y los egresados de las 11 normales que tenemos en el estados tienen ya su afiliación al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y están en espera de la asignación automática de sus plazas; logro que por años hemos mantenido en base a la decisión, contundencia y congruencia en nuestras acciones.

Hacemos el llamado a evitar la aplicación de esta nueva arremetida en contra de los trabajadores de la educación; avancemos en la concreción de una educación obligatoria, científica, laica, popular y gratuita para todos; la cual hemos ponderado en los 5 programas estatales con los que haremos frente a la ACE en el estado (programa estatal para la construcción, ampliación, remodelación y equipamiento de la infraestructura escolar; programa estatal para mejorar las condiciones de vida y escolares de los niños y jóvenes oaxaqueños; programa estatal de estímulos e incentivos a la labor docente programa estatal de evaluación de alumnos, profesores, escuelas, procesos educativos y directivos y, el programa estatal de formación, actualización, capacitación, superación profesional e investigación educativa de los maestros de educación básica en el estado de Oaxaca) y no claudiquemos en el esfuerzo de unidad que nos permita lograr su cancelación total, la defensa del articulo 3º y 31 constitucionales y la caída de Elba Esther Gordillo Morales y su camarilla.

“POR LA EDUCACIÓN AL SERVICIO DEL PUEBLO”

¡¡¡UNIDOS Y ORGANIZADOS, VENCEREMOS!!!

martes, 4 de agosto de 2009

Cédula ¿De Control Social?


La nueva Cédula de Identidad que impondrá el Gobierno Usurpador viola los Derechos Humanos


Por Lic. Jorge Alberto Gaytán



Una incongruencia más del gobierno de facto de México, en esta ocasión, y en los festejos por la conmemoración del 150 aniversario de las Leyes de Reforma, conocidas ampliamente por ser de naturaleza liberal, anuncian la creación de una cédula de identidad nacional de marcado corte fascista y que tendría un impacto fulminante en las ya de por sí muy poco concurridas elecciones; el anuncio de la citada identificación es un abierto agravio a la incipiente democracia que se vive en este país.

La cédula de identidad nacional, según lo dicho por el secretario de gobernación Fernando Gómez Mont, será una credencial con la fotografía de cada persona, así como sus huellas dactilares y como elementos novedosos, contendrá plena identidad biométrica de cada mexicano, así como la composición del iris y tipo de sangre; cualquier parecido con lo que está haciendo Estados Unidos con nuestros connacionales cuando piden su visa o un permiso, no es mera coincidencia, es la aplicación de esas medidas exageradas, empleando lo que ya habíamos dicho anteriormente: en México todos somos sospechosos, todos somos delincuentes, todos somos terroristas, todos somos narcotraficantes, menos los delincuentes, los terroristas y los narcotraficantes.

Como se puede ver, estas medidas que pretende implementar el gobierno calderonista, no solamente son violatorias de los derechos humanos, si no que también, pretenden claramente ahuyentar a los ciudadanos de las urnas en las próximas elecciones, sobre todo en la de 2012, en donde claramente estarán en juego dos proyectos de nación, uno que es el mismo de siempre, en donde los ricos son cada vez más ricos, en donde prevalece la injusticia, el desempleo, la violencia y el terror; y el otro, en donde confluirán muchas fuerzas ciudadanas buscando un proyecto alternativo de nación, el cual tiene como norma principal la honestidad y la defensa de los intereses de todos los mexicanos, en donde por el bien de todos estarán primero los pobres, es decir, la inmensa mayoría de nuestro país.

Lo anterior se deduce de que al crear esta cédula de identidad, la credencial de elector que ha servido por muchos años, no solamente para ejercer el sufragio, si no como identificación, pasará a un segundo término, pues mucha gente se sentirá atraía por la novedad de esa cédula, y en ese sentido cada vez serán menos los ciudadanos que se inscriba en el padrón electoral; en pocas palabras, nos atrevemos a decir desde este momento que el gobierno del PAN en los próximos años estará promoviendo el abstencionismo, que de por sí ya es bastante, ya que sus intenciones son claras, primeramente alejar a la población de las urnas; en segundo lugar hacer guerra sucia denostando a los candidatos a la presidencia de la república por los otros partidos, sobre todo al de la izquierda; y por último, movilizar su voto duro y comprar conciencias con dinero del erario como ya lo han estado haciendo.

El pretexto como siempre, es la lucha contra la delincuencia, lucha que por cierto está siendo perdida por donde quiera que se le vea, pues no hay la menor intención de brindarse al pueblo y de atacar los orígenes de este mal que estamos padeciendo, como lo es la pobreza y la falta de oportunidades; aquí, convendría detenernos para analizar muy bien las palabras expresadas por Andrés Manuel López Obrador, en un discurso el 28 de junio de 2008: “La delincuencia y la convulsión social son producto de la pobreza y de una estructura de clases corrupta que ignora o menosprecia a los pobres. Mientras en una sociedad hay oportunidades para todos también hay tranquilidad social. Cuando hay mucha gente desempleada, económicamente desposeída y sin esperanzas, es mayor la tentación de escapar, de la amarga realidad, mediante las drogas y la violencia. Sin justicia no hay garantía de seguridad, ni de tranquilidad, ni de paz social. La única solución de fondo en el combate a la delincuencia, la más humanitaria, eficaz y probablemente la menos cara, consiste en combatir el desempleo, la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y la ausencia de alternativas."



De | Facebook de Telsita

Copy and paste, FUENTE: http://cafeypetroleoconarturo.blogspot.com/2009/08/cedula-de-control-social.html

viernes, 31 de julio de 2009

“El gobierno quiere que nos quedemos burros”

“El gobierno quiere que nos quedemos burros

Karina Avilés

Luis Iván Maldonado alcanzó el mayor número de aciertos –125 de un total de 128– en el examen de ingreso al bachillerato. Con 15 años, considera que el gobierno “quiere que todos nos quedemos burros” porque no busca que los jóvenes estudien para que logren superarse.

De hecho, afirma que la Reforma Integral de Educación Secundaria (RIES) implementada al final del sexenio de Vicente Fox y continuada en esta gestión, está bastante mal. Cuando Iván entró a la secundaria comenzó el nuevo plan de estudios.

En primer año, nos quitaron formación cívica y física y, en segundo, química y geografía. Ahora, ya nada más se estudia un año de física, de biología y química en toda la secundaria, con lo cual no te preparan bien para cuando realizas un examen como el que él y otros dos jóvenes más, de un universo de 304 mil 709 concursantes, logró realizar.

Luis Iván viene de la secundaria pública 35 Vicente Guerrero, en Coyoacán, donde logró un desarrollo académico que al final se vio recompensado con 9.9 de promedio. Su deseo: ingresar a la preparatoria 6 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), meta que ya alcanzó.

Hijo de un empleado bancario y una ama de casa, apunta que la autoridad no deja lugar para la expresión de los jóvenes porque yo siento que no les importa.

Por otra parte, expresa que una de sus preocupaciones es la educación para todos y también el problema de la inseguridad porque ya sea en la noche o en el día te suceden cosas.

Admirador de Oscar Wilde, Robert Fisher y el personaje de Harry Potter, creado por J.K. Rowling, confía en que en unos años más será médico cirujano por la máxima casa de estudios.

Por su parte, Rubí Santos Ríos, otra de las alumnas que logró el mayor puntaje, comenta que algo que le preocupa es que las cosas no salgan como yo quiero: que acabando de estudiar, conseguir un empleo y vivir bien, no resulte tan fácil como se supone tiene que ser cuando tienes estudios.

Procedente de la escuela privada Alejandro Guillot, la joven también eligió a la UNAM para continuar con su bachillerato. Su padre es ingeniero civil y labora en dicha institución educativa. A Rubí, le gustaría estudiar algo vinculado con las ciencias duras.

Dice que duerme mucho, ve televisión, escucha música y no estudia tanto, aunque siempre ha sido una alumna de diez.


FUENTE: http://www.jornada.unam.mx/2009/07/31/index.php?section=sociedad&article=037n3soc

jueves, 30 de julio de 2009

El sueño indestructible de un mundo mejor

25-07-2009
El sueño indestructible de un mundo mejor

Le Monde diplomatique

Traducido para Rebelión por Caty R.


El fondo del aire es rojo (1). Durante dos decenios, desde las sierras de América Latina a los arrozales de Asia, pasando por las montañas del norte de África, el mismo huracán parecía llevarse el viejo orden colonial y la dominación económica del Norte. En 1956, con una carcajada épica, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser anunciaba la nacionalización de la Compañía del Canal de Suez. En Los Aures (montes del este del Atlas, N. de T.), los independentistas argelinos se levantaban para acabar con el estatuto de «departamento francés» impuesto a Argelia. Después de su triunfo en La Habana, Ernesto Che Guevara, el «guerrillero heroico», partía hacia otros combates antiimperialistas, del Congo a Bolivia. En Indochina, el pueblo vietnamita resistía a los bombardeos masivos del «bastión del mundo libre». En las lejanas montañas de Dhofar de la península Arábiga, los insurgentes liberaban a las tribus y a las mujeres de una opresión milenaria bajo la bandera del marxismo-leninismo.

En el mismo corazón de Europa y Estados Unidos, estudiantes y obreros se rebelaban contra el viejo mundo en nombre de un socialismo renovado. Reunidos en 1973 en Argel, los líderes de los países no alineados anunciaban su voluntad de instaurar un «nuevo orden económico internacional» basado en la recuperación de sus riquezas naturales, y los Estados petroleros daban ejemplo con la nacionalización del oro negro. «The times they are A-changin» (Los tiempos están cambiando), cantaba Bob Dylan…

La percepción de las elecciones como un instrumento de dominación

Apuntalados por el apoyo de la URSS, esos movimientos, muy diferentes entre sí, también denunciaban la burocratización del poder en Moscú, su escasa militancia o su elección de la «coexistencia pacífica» con Washington que asimilaban a la defensa del statu quo. Sin embargo, más allá de su diversidad, todos se proclamaban revolucionarios. Querían derrocar el viejo orden social, interno e internacional, por todos los medios, incluida la violencia armada o el golpe de Estado. Se despreciaban las «democracias burguesas» y las elecciones se percibían como una herramienta de dominación de los opresores.

Nadie ha expresado mejor la esencia de esa época que Jean-Paul Sartre. En su famoso prólogo de 1961 (2) del libro de Frantz Fanon Los condenados de la tierra, escribía que la violencia del colonizado «No es una absurda tempestad ni la resurrección de instintos salvajes, ni siquiera un efecto del resentimiento: es el propio hombre que se recompone (…). El colonizado se cura de la neurosis colonial expulsando al colono por las armas». Y el filósofo añadía que ese «hijo de la violencia» saca «en ella a cada momento su humanidad: nosotros nos hicimos hombres a su costa, él se hace hombre a costa nuestra. Otro hombre mejor».

Veinte, treinta años después, ese discurso se volvió inaudible, la más mínima esperanza de un cambio del orden social se resumía como una voluntad totalitaria, el ideal de igualdad se identificaba con el archipiélago Gulag. Por todas partes asistimos al triunfo del dinero y el individualismo. Estamos «condenados a vivir, según la expresión del historiador francés François Furet, en el mundo en el que vivimos», a no soñar más con los Lendemains qui chantent
(«mañanas que cantan», título de la autobiografía de Gabriel Péri, héroe de la resistencia francesa fusilado por los alemanes, N. de T.). Y si nos asalta la mala conciencia por la miseria que persiste, podemos unirnos a los paladines del humanitarismo dispuestos a aliviar a las víctimas de las catástrofes, de las guerras, de las dictaduras, como las señoras caritativas de antaño que consolaban a los pobres manteniéndolos siempre al resguardo de la propaganda de los «rojos». Los Médicos sin Fronteras han reemplazado a las Brigadas Internacionales, la caridad ha sustituido a la solidaridad. En cuanto a la utilización de la violencia, está totalmente desacreditada, reducida al terrorismo; sólo la violencia estatal de Occidente conserva su legitimidad.

¿Cómo es posible que semejante revolución –mejor dicho, contrarrevolución- haya sido posible en un lapso de tiempo tan corto? Han contribuido varios factores. Lejos de salir totalmente debilitado por su derrota en Indochina, Estados Unidos consiguió una recuperación tanto más espectacular porque la Unión Soviética se hundía en un interminable estancamiento político, cultural e ideológico, del que da testimonio, en 1968, el aplastamiento de «La Primavera de Praga» y de la esperanza de «un socialismo con rostro humano». Con una batalla en todos los frentes, Washington consiguió imponer un orden económico difundido por las instituciones financieras mundiales, desacreditar el «modelo socialista», agotar a la URSS en los dudosos combates en Afganistán o en la carrera armamentista, y asegurarse la colaboración de las nuevas élites surgidas de la lucha anticolonial.

Pero esta contrarrevolución también nació de un desencanto proporcional a las esperanzas mesiánicas del nacimiento del «hombre nuevo» que Sartre había deseado. Ciertamente Fanon, entre otros, había dado la voz de alarma sobre el riesgo de la usurpación de la revolución y denunció a los que cubrían sus pieles negras con máscaras blancas. Pero la realidad superó sus peores pesadillas. Las élites que se habían declarado dentro del «socialismo científico», desde Etiopía a Angola pasando por Congo Brazzaville, se reclasificaron sin remordimientos junto al orden liberal y capitalista. Por todas partes se crearon nuevas clases, a veces tan rapaces como los antiguos colonos.

En el terreno político, el descrédito de la «democracia burguesa» desembocó en una democracia que de popular sólo tenía el nombre y cuya única «justificación» era el probado carácter dictatorial de los países aliados de Occidente, desde Indonesia al Zaire. La larga lucha armada no sólo no desembocó en la derrota del enemigo –y de sus numerosos aliados de los sectores coloniales cultos-. Además contribuyó a silenciar todas las voces disidentes: cualquier crítica se asimilaba a la traición en tiempos de guerra.

En Argelia, el Frente de Liberación Nacional (FLN) procedió a la eliminación no sólo de las fuerzas exteriores, sino también de todos los opositores internos, incluso de la organización. Esos métodos autoritarios se prolongaron mucho más allá de la independencia. En América Latina, la instauración de salvajes dictaduras militares en los años 70 demostró que la «democracia burguesa» y las «libertades formales» también tenían algunas ventajas, lo que ya sospechaban los pueblos de la Europa del Este.

La desaparición de la URSS y el «campo socialista», el triunfo del liberalismo, la dominación exclusiva del Norte sobre el orden internacional, el recurso a las elecciones más o menos libres, desde Europa del Este a América Latina pasando por África, parecían inaugurar una nueva era. Los Objetivos del Milenio para el Desarrollo, adoptados por las Naciones Unidas en el año 2000, manifestaban una promesa de reducción de la pobreza, de ampliación del acceso a la educación y la sanidad, de igualdad de los sexos.

En ese contexto nuevo, las fuerzas revolucionarias debieron revisar sus discursos, sus estrategias y sus prácticas. Puesto que la mitología de la lucha armada («Crear dos, tres… numerosos Vietnam», lanzó el Che Guevara) revelaba también un romanticismo abstracto. Sólo después de múltiples debates internos, el Partido de los Trabajadores vietnamitas en Hanoi decidió, a finales de 1963, responder por la vía militar, en el sur del país, a la escalada estadounidense, consciente del precio que debería pagar su pueblo por aquella elección (3).

Al reflexionar sobre la experiencia pasada, Nelson Mandela aceptó entablar un diálogo con el poder en Sudáfrica y favorecer un compromiso que garantizase suficientemente los derechos de los blancos para evitar el éxodo que habían conocido Angola, Mozambique e igualmente, aunque en condiciones muy distintas, Argelia –y también para responder a las exigencias de las potencias occidentales que acaparaban totalmente el escenario económico a principios de los años 90-. Ese acuerdo tenía un precio: la lucha contra las profundas desigualdades sociales, que afectan en primer lugar a los negros, pasó a un segundo plano.

El subcomandante Marcos, en Chiapas, criticó la apología de la «violencia revolucionaria» que había dominado en los años 70: «Nosotros no queremos imponer nuestras soluciones por la fuerza, queremos la creación de un espacio democrático. Contemplamos las luchas armadas no en el sentido clásico de las guerrillas anteriores, es decir, como única vía y única verdad todopoderosa alrededor de la cual todo se organiza. Lo que es decisivo en una guerra no es el enfrentamiento militar sino la política que está en juego en ese enfrentamiento. No fuimos a la guerra para matar o que nos maten. Fuimos a la guerra para que nos escuchen (4)». Pero la revolución zapatista todavía sigue más en un estado potencial que de realidad.

Por otra parte, las luchas armadas se extinguieron con el fin de la Guerra Fría, bien sea en Centroamérica o en Irlanda del Norte. Incluso en Palestina, los Acuerdos de Oslo de 1993 parecían abrir por fin el camino de la paz. Permanecieron algunos residuos en Sri Lanka o en el País Vasco español, «modelos» muy poco atractivos para la mayoría de las fuerzas revolucionarias.

Sin embargo, todas las ilusiones sobre el «fin de la historia», la extinción de las desigualdades y la miseria, el nuevo orden mundial internacional, se borraron ante el fracaso de los políticos liberales y las aventuradas estrategias de Estados Unidos. La afirmación de China y la India en el escenario internacional abrió márgenes de maniobra a los países del Sur. De nuevo se plantea el problema del «cambio» del orden social interno y del orden político internacional, incluso si éste ya no lleva el nombre de «socialismo científico», sino una mezcla explosiva de esperanzas milenarias, de afirmaciones de nacionalismos culturales y políticos, de un nacionalismo cultural y político, de igualitarismo basado en las tradiciones indígenas o religiosas.

El descrédito golpea a la violencia armada

América Latina, que ha padecido durante muchos años la «medicina» liberal, ha inaugurado esta nueva etapa con la llegada al poder de movimientos decididos a transformar profundamente la situación y dar pan a los más pobres y a los excluidos, en primer lugar a los indios. Y el enfrentamiento directo con los poderes establecidos se hace respetando el veredicto de las urnas. La violencia armada ya no está en el orden del día.

En Oriente Próximo se trata menos del cuestionamiento del orden social que de la intervención militar extranjera, en primer lugar la de Washington. La lucha armada, que a menudo se lleva a cabo en nombre del Islam, bien sea por Hamás o por Hezbolá, y ampliamente apoyada por las opiniones públicas, tiene éxito. En cambio Al Qaeda, red internacional sin implantación local, sólo debe su relativa popularidad a su capacidad de «llevar el golpe» a Estados Unidos. En Asia, finalmente, la protesta por las desigualdades se combina, a veces de manera contradictoria, con una capacidad de los gobernantes de movilizar a sus opiniones en torno a la defensa de una soberanía escarnecida durante mucho tiempo y a un nuevo cuestionamiento del orden internacional.

Más allá de la diversidad de las situaciones, está claro que el período de «estabilidad» que prevaleció durante los 90 y principios de los años 2000 se acaba. Es difícil saber hacia qué revoluciones nos dirigimos; pero, a pesar de todo, el sueño de un mundo mejor, un sueño tan antiguo como la humanidad, pero cuyos contornos son profundamente diferentes a los de los años 60, está de vuelta…

(1) Chris Marker, Le fond de l’air est rouge, documental, 240 minutos, 1977.

(2) Revisión de Jean-Paul Sartre, Situations V. Colonialisme et néo-colonialisme, Gallimard, París, 1964.

(3) William J. Duiker, Ho Chi Minh A Life, Hyperion, Nueva York, 2001, especialmente la página 534 y siguientes.

(4) «Entrevista a Marcos» por los enviados de La Jornada, 4-7 de febrero de 1994. http://palabra.ezln.org.mx/

Texto original en francés:

http://www.monde-diplomatique.fr/2009/05/GRESH/17059

FUENTE: http://www.rebelion.org/noticias/mundo/2009/7/el-sueno-indestructible-de-un-mundo-mejor-89147

El sueño indestructible de un mundo mejor

25-07-2009
El sueño indestructible de un mundo mejor

Le Monde diplomatique

Traducido para Rebelión por Caty R.


El fondo del aire es rojo (1). Durante dos decenios, desde las sierras de América Latina a los arrozales de Asia, pasando por las montañas del norte de África, el mismo huracán parecía llevarse el viejo orden colonial y la dominación económica del Norte. En 1956, con una carcajada épica, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser anunciaba la nacionalización de la Compañía del Canal de Suez. En Los Aures (montes del este del Atlas, N. de T.), los independentistas argelinos se levantaban para acabar con el estatuto de «departamento francés» impuesto a Argelia. Después de su triunfo en La Habana, Ernesto Che Guevara, el «guerrillero heroico», partía hacia otros combates antiimperialistas, del Congo a Bolivia. En Indochina, el pueblo vietnamita resistía a los bombardeos masivos del «bastión del mundo libre». En las lejanas montañas de Dhofar de la península Arábiga, los insurgentes liberaban a las tribus y a las mujeres de una opresión milenaria bajo la bandera del marxismo-leninismo.

En el mismo corazón de Europa y Estados Unidos, estudiantes y obreros se rebelaban contra el viejo mundo en nombre de un socialismo renovado. Reunidos en 1973 en Argel, los líderes de los países no alineados anunciaban su voluntad de instaurar un «nuevo orden económico internacional» basado en la recuperación de sus riquezas naturales, y los Estados petroleros daban ejemplo con la nacionalización del oro negro. «The times they are A-changin» (Los tiempos están cambiando), cantaba Bob Dylan…

La percepción de las elecciones como un instrumento de dominación

Apuntalados por el apoyo de la URSS, esos movimientos, muy diferentes entre sí, también denunciaban la burocratización del poder en Moscú, su escasa militancia o su elección de la «coexistencia pacífica» con Washington que asimilaban a la defensa del statu quo. Sin embargo, más allá de su diversidad, todos se proclamaban revolucionarios. Querían derrocar el viejo orden social, interno e internacional, por todos los medios, incluida la violencia armada o el golpe de Estado. Se despreciaban las «democracias burguesas» y las elecciones se percibían como una herramienta de dominación de los opresores.

Nadie ha expresado mejor la esencia de esa época que Jean-Paul Sartre. En su famoso prólogo de 1961 (2) del libro de Frantz Fanon Los condenados de la tierra, escribía que la violencia del colonizado «No es una absurda tempestad ni la resurrección de instintos salvajes, ni siquiera un efecto del resentimiento: es el propio hombre que se recompone (…). El colonizado se cura de la neurosis colonial expulsando al colono por las armas». Y el filósofo añadía que ese «hijo de la violencia» saca «en ella a cada momento su humanidad: nosotros nos hicimos hombres a su costa, él se hace hombre a costa nuestra. Otro hombre mejor».

Veinte, treinta años después, ese discurso se volvió inaudible, la más mínima esperanza de un cambio del orden social se resumía como una voluntad totalitaria, el ideal de igualdad se identificaba con el archipiélago Gulag. Por todas partes asistimos al triunfo del dinero y el individualismo. Estamos «condenados a vivir, según la expresión del historiador francés François Furet, en el mundo en el que vivimos», a no soñar más con los Lendemains qui chantent
(«mañanas que cantan», título de la autobiografía de Gabriel Péri, héroe de la resistencia francesa fusilado por los alemanes, N. de T.). Y si nos asalta la mala conciencia por la miseria que persiste, podemos unirnos a los paladines del humanitarismo dispuestos a aliviar a las víctimas de las catástrofes, de las guerras, de las dictaduras, como las señoras caritativas de antaño que consolaban a los pobres manteniéndolos siempre al resguardo de la propaganda de los «rojos». Los Médicos sin Fronteras han reemplazado a las Brigadas Internacionales, la caridad ha sustituido a la solidaridad. En cuanto a la utilización de la violencia, está totalmente desacreditada, reducida al terrorismo; sólo la violencia estatal de Occidente conserva su legitimidad.

¿Cómo es posible que semejante revolución –mejor dicho, contrarrevolución- haya sido posible en un lapso de tiempo tan corto? Han contribuido varios factores. Lejos de salir totalmente debilitado por su derrota en Indochina, Estados Unidos consiguió una recuperación tanto más espectacular porque la Unión Soviética se hundía en un interminable estancamiento político, cultural e ideológico, del que da testimonio, en 1968, el aplastamiento de «La Primavera de Praga» y de la esperanza de «un socialismo con rostro humano». Con una batalla en todos los frentes, Washington consiguió imponer un orden económico difundido por las instituciones financieras mundiales, desacreditar el «modelo socialista», agotar a la URSS en los dudosos combates en Afganistán o en la carrera armamentista, y asegurarse la colaboración de las nuevas élites surgidas de la lucha anticolonial.

Pero esta contrarrevolución también nació de un desencanto proporcional a las esperanzas mesiánicas del nacimiento del «hombre nuevo» que Sartre había deseado. Ciertamente Fanon, entre otros, había dado la voz de alarma sobre el riesgo de la usurpación de la revolución y denunció a los que cubrían sus pieles negras con máscaras blancas. Pero la realidad superó sus peores pesadillas. Las élites que se habían declarado dentro del «socialismo científico», desde Etiopía a Angola pasando por Congo Brazzaville, se reclasificaron sin remordimientos junto al orden liberal y capitalista. Por todas partes se crearon nuevas clases, a veces tan rapaces como los antiguos colonos.

En el terreno político, el descrédito de la «democracia burguesa» desembocó en una democracia que de popular sólo tenía el nombre y cuya única «justificación» era el probado carácter dictatorial de los países aliados de Occidente, desde Indonesia al Zaire. La larga lucha armada no sólo no desembocó en la derrota del enemigo –y de sus numerosos aliados de los sectores coloniales cultos-. Además contribuyó a silenciar todas las voces disidentes: cualquier crítica se asimilaba a la traición en tiempos de guerra.

En Argelia, el Frente de Liberación Nacional (FLN) procedió a la eliminación no sólo de las fuerzas exteriores, sino también de todos los opositores internos, incluso de la organización. Esos métodos autoritarios se prolongaron mucho más allá de la independencia. En América Latina, la instauración de salvajes dictaduras militares en los años 70 demostró que la «democracia burguesa» y las «libertades formales» también tenían algunas ventajas, lo que ya sospechaban los pueblos de la Europa del Este.

La desaparición de la URSS y el «campo socialista», el triunfo del liberalismo, la dominación exclusiva del Norte sobre el orden internacional, el recurso a las elecciones más o menos libres, desde Europa del Este a América Latina pasando por África, parecían inaugurar una nueva era. Los Objetivos del Milenio para el Desarrollo, adoptados por las Naciones Unidas en el año 2000, manifestaban una promesa de reducción de la pobreza, de ampliación del acceso a la educación y la sanidad, de igualdad de los sexos.

En ese contexto nuevo, las fuerzas revolucionarias debieron revisar sus discursos, sus estrategias y sus prácticas. Puesto que la mitología de la lucha armada («Crear dos, tres… numerosos Vietnam», lanzó el Che Guevara) revelaba también un romanticismo abstracto. Sólo después de múltiples debates internos, el Partido de los Trabajadores vietnamitas en Hanoi decidió, a finales de 1963, responder por la vía militar, en el sur del país, a la escalada estadounidense, consciente del precio que debería pagar su pueblo por aquella elección (3).

Al reflexionar sobre la experiencia pasada, Nelson Mandela aceptó entablar un diálogo con el poder en Sudáfrica y favorecer un compromiso que garantizase suficientemente los derechos de los blancos para evitar el éxodo que habían conocido Angola, Mozambique e igualmente, aunque en condiciones muy distintas, Argelia –y también para responder a las exigencias de las potencias occidentales que acaparaban totalmente el escenario económico a principios de los años 90-. Ese acuerdo tenía un precio: la lucha contra las profundas desigualdades sociales, que afectan en primer lugar a los negros, pasó a un segundo plano.

El subcomandante Marcos, en Chiapas, criticó la apología de la «violencia revolucionaria» que había dominado en los años 70: «Nosotros no queremos imponer nuestras soluciones por la fuerza, queremos la creación de un espacio democrático. Contemplamos las luchas armadas no en el sentido clásico de las guerrillas anteriores, es decir, como única vía y única verdad todopoderosa alrededor de la cual todo se organiza. Lo que es decisivo en una guerra no es el enfrentamiento militar sino la política que está en juego en ese enfrentamiento. No fuimos a la guerra para matar o que nos maten. Fuimos a la guerra para que nos escuchen (4)». Pero la revolución zapatista todavía sigue más en un estado potencial que de realidad.

Por otra parte, las luchas armadas se extinguieron con el fin de la Guerra Fría, bien sea en Centroamérica o en Irlanda del Norte. Incluso en Palestina, los Acuerdos de Oslo de 1993 parecían abrir por fin el camino de la paz. Permanecieron algunos residuos en Sri Lanka o en el País Vasco español, «modelos» muy poco atractivos para la mayoría de las fuerzas revolucionarias.

Sin embargo, todas las ilusiones sobre el «fin de la historia», la extinción de las desigualdades y la miseria, el nuevo orden mundial internacional, se borraron ante el fracaso de los políticos liberales y las aventuradas estrategias de Estados Unidos. La afirmación de China y la India en el escenario internacional abrió márgenes de maniobra a los países del Sur. De nuevo se plantea el problema del «cambio» del orden social interno y del orden político internacional, incluso si éste ya no lleva el nombre de «socialismo científico», sino una mezcla explosiva de esperanzas milenarias, de afirmaciones de nacionalismos culturales y políticos, de un nacionalismo cultural y político, de igualitarismo basado en las tradiciones indígenas o religiosas.

El descrédito golpea a la violencia armada

América Latina, que ha padecido durante muchos años la «medicina» liberal, ha inaugurado esta nueva etapa con la llegada al poder de movimientos decididos a transformar profundamente la situación y dar pan a los más pobres y a los excluidos, en primer lugar a los indios. Y el enfrentamiento directo con los poderes establecidos se hace respetando el veredicto de las urnas. La violencia armada ya no está en el orden del día.

En Oriente Próximo se trata menos del cuestionamiento del orden social que de la intervención militar extranjera, en primer lugar la de Washington. La lucha armada, que a menudo se lleva a cabo en nombre del Islam, bien sea por Hamás o por Hezbolá, y ampliamente apoyada por las opiniones públicas, tiene éxito. En cambio Al Qaeda, red internacional sin implantación local, sólo debe su relativa popularidad a su capacidad de «llevar el golpe» a Estados Unidos. En Asia, finalmente, la protesta por las desigualdades se combina, a veces de manera contradictoria, con una capacidad de los gobernantes de movilizar a sus opiniones en torno a la defensa de una soberanía escarnecida durante mucho tiempo y a un nuevo cuestionamiento del orden internacional.

Más allá de la diversidad de las situaciones, está claro que el período de «estabilidad» que prevaleció durante los 90 y principios de los años 2000 se acaba. Es difícil saber hacia qué revoluciones nos dirigimos; pero, a pesar de todo, el sueño de un mundo mejor, un sueño tan antiguo como la humanidad, pero cuyos contornos son profundamente diferentes a los de los años 60, está de vuelta…

(1) Chris Marker, Le fond de l’air est rouge, documental, 240 minutos, 1977.

(2) Revisión de Jean-Paul Sartre, Situations V. Colonialisme et néo-colonialisme, Gallimard, París, 1964.

(3) William J. Duiker, Ho Chi Minh A Life, Hyperion, Nueva York, 2001, especialmente la página 534 y siguientes.

(4) «Entrevista a Marcos» por los enviados de La Jornada, 4-7 de febrero de 1994. http://palabra.ezln.org.mx/

Texto original en francés:

http://www.monde-diplomatique.fr/2009/05/GRESH/17059

FUENTE: http://www.rebelion.org/noticias/mundo/2009/7/el-sueno-indestructible-de-un-mundo-mejor-89147

¿Quién condiciona al gran condicionador?

26-07-2009
Los fondos del Fondo Monetario Internacional
¿Quién condiciona al gran condicionador?

Red del Tercer Mundo


El martes 22 de julio, cuatro influyentes diputados demócratas escribieron al presidente norteamericano Barack Obama una carta airada exigiendo que las condiciones impuestas por el Congreso de Estados Unidos a las operaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial sean respetadas.

Para acelerar el trámite parlamentario, Obama había incluido su pedido de 108.000 millones de dólares para estas instituciones dentro de una ley solicitando fondos de guerra, que requieren rápida consideración. Sin embargo, los diputados incluyeron varias condiciones que el Tesoro norteamericano debería a su vez imponer al FMI. En esa institución se vota en proporción a las cuotas asignadas a cada país y todas las decisiones importantes requieren de un ochenta y cinco por ciento de los votos. Todos los países del África al sur del Sahara juntos tienen seis por ciento de los votos, pero Estados Unidos, con la mitad de la población que ese conjunto, tiene casi diecisiete por ciento de las cuotas y, en consecuencia, nada puede resolverse sin su aprobación explícita. Éste es un poder aun mayor que el derecho a vetar una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, una prerrogativa compartida con otras cuatro potencias, pero que requiere un voto negativo. En el FMI, en cambio, el gobierno estadounidense es el único con tal poder de veto y para ejercerlo le alcanza con abstenerse. Según la Constitución de Estados Unidos, el presidente no puede gastar dinero -ni declarar la guerra o firmar tratados comerciales- sin aprobación legislativa y los diputados pusieron varias condiciones a la asignación de nuevos fondos al FMI. Según la ley, esa institución debe destinar al menos 4.000 millones de dólares de sus reservas en oro a condonar sin condiciones la deuda externa de los países más pobres o entregárselos como donación -que es más o menos lo mismo- y además debe abstenerse en sus préstamos a estos países de imponer cualquier restricción a sus gastos en salud, educación o alimentos para los más necesitados.

Si bien el FMI afirma que sus políticas han cambiado a la luz de la crisis financiera, las condiciones impuestas en los préstamos recientes siguen requiriendo cortes presupuestales y altas tasas de interés en busca de lograr superávit fiscal y beneficios para los inversores. Al firmar esta ley, Obama enunció una “aclaración de firma”, según la cual estas condiciones serían una violación inaceptable del derecho de la Casa Blanca a conducir la política exterior. Aclaraciones de este tipo fueron utilizadas con frecuencia por George W. Bush en el pasado reciente para ignorar resoluciones parlamentarias, provocando la ira de los congresistas, incluyendo entre ellos al entonces senador Obama. Ahora, los diputados reafirmaron las condiciones por un voto de 492 contra dos y, además, cuatro de ellos, todos miembros del mismo partido que el presidente, le advierten por escrito que se consideran “mortificados” al verlo “expresar una actitud aparentemente similar” a la de su antecesor. Los diputados, encabezados por Barney Frank, presidente del Comité de Servicios Financieros, le recuerdan a Obama que tuvieron que “trabajar muy duro para aprobar fondos para el FMI y el Banco Mundial”, ya que estas instituciones “han sido insuficientes en su apoyo a valores que Usted comparte con nosotros”. Los restantes firmantes de la carta son David Obey, presidente del Comité de Apropiaciones de la Cámara Baja, Nita Lowey, presidenta del subcomité sobre Operaciones Extranjeras, y Gregory Meeks, presidente del subcomité sobre Política Monetaria Internacional.

“A la luz de la historia de las instituciones financieras internacionales”, le escriben los diputados a Obama, “las condiciones que Usted se considera con derecho a ignorar son críticas”. Y, por lo tanto, demandan no sólo “seguridades de que van a ser respetadas” sino además que “en el futuro no ejerza el derecho a ignorar las provisiones que el Congreso agrega en el proceso legislativo normal para aprobar fondos a las instituciones financieras internacionales”.

Si Obama no acepta este cuasi ultimátum, los firmantes aseguran que “tanto por la preferencia personal de los firmantes de esta carta, como por la imposibilidad práctica de conseguir los votos suficientes, será prácticamente imposible conseguir fondos en el futuro para estas instituciones”.

Por si la amenaza no quedara clara, los diputados enfatizan que “la política de usar aclaraciones de firma para afirmar el derecho de la Casa Blanca a ignorar disposiciones legislativas sobre el FMI, el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales, en vez de resultar en la caducidad de estas disposiciones puede llevar a un insuficiente apoyo legislativo al financiamiento futuro de estas instituciones”.

El diputado Barney Frank ya obtuvo hace algunas semanas que, a cambio de nuevos fondos, el Banco Mundial abandonara la política de promover flexibilidad laboral. La institución prometió agregar a su informe Haciendo negocios un indicador que mida con simpatía el grado de sindicalización de cada país y su respeto por las convenciones laborales de la Organización Internacional del Trabajo.

Derechos Especiales de Giro

La junta ejecutiva del FMI aprobó el lunes 20 de julio una expansión de los Derechos Especiales de Giro (DEG) acreditados a sus países miembros por valor equivalente a unos 250.000 millones de dólares. Con ello, todos los miembros verán aumentar automáticamente, en proporción a sus cuotas, el valor en DEG de su cuenta en el FMI. Los países ricos, que tienen tres quintos de las cuotas, recibirán 150.000 millones y los países en desarrollo 100.000 millones, de los cuales apenas 18.000 millones irán para los países de menores ingresos. El efecto inmediato, en todos los casos, es un aumento sin costo alguno de las reservas de cada país, lo que a su vez puede conducir a liberar otros fondos o a abaratar los préstamos que se reciben, al reducir el “riesgo país”. Cada banco central es libre de convertir sus DEG en cualquier momento en monedas de reserva, ya sean dólares, euros, yenes o libras esterlinas y utilizarlos para pagar sus obligaciones. Se obtienen así divisas sin ninguna condicionalidad y a muy bajo costo. El interés que paga un país mientras no vuelva a depositar en su cuenta los DEG que retiró es calculado sobre la media de interés de las principales monedas de reserva, que en este momento es casi cero. Es el FMI y no el mercado quien establece a diario la tasa a la que se cambian los DEG por monedas “duras”, ya que los DEG sólo son utilizables por los bancos centrales y no pueden ser vendidos en el mercado ni poseídos por particulares.

El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, con el apoyo de China, ha sugerido que los DEG deberían convertirse en una nueva moneda global, en sustitución del dólar.

FUENTE: http://www.rebelion.org/noticias/economia/2009/7/quien-condiciona-al-gran-condicionador-89208

¿Quién condiciona al gran condicionador?

26-07-2009
Los fondos del Fondo Monetario Internacional
¿Quién condiciona al gran condicionador?

Red del Tercer Mundo


El martes 22 de julio, cuatro influyentes diputados demócratas escribieron al presidente norteamericano Barack Obama una carta airada exigiendo que las condiciones impuestas por el Congreso de Estados Unidos a las operaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial sean respetadas.

Para acelerar el trámite parlamentario, Obama había incluido su pedido de 108.000 millones de dólares para estas instituciones dentro de una ley solicitando fondos de guerra, que requieren rápida consideración. Sin embargo, los diputados incluyeron varias condiciones que el Tesoro norteamericano debería a su vez imponer al FMI. En esa institución se vota en proporción a las cuotas asignadas a cada país y todas las decisiones importantes requieren de un ochenta y cinco por ciento de los votos. Todos los países del África al sur del Sahara juntos tienen seis por ciento de los votos, pero Estados Unidos, con la mitad de la población que ese conjunto, tiene casi diecisiete por ciento de las cuotas y, en consecuencia, nada puede resolverse sin su aprobación explícita. Éste es un poder aun mayor que el derecho a vetar una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, una prerrogativa compartida con otras cuatro potencias, pero que requiere un voto negativo. En el FMI, en cambio, el gobierno estadounidense es el único con tal poder de veto y para ejercerlo le alcanza con abstenerse. Según la Constitución de Estados Unidos, el presidente no puede gastar dinero -ni declarar la guerra o firmar tratados comerciales- sin aprobación legislativa y los diputados pusieron varias condiciones a la asignación de nuevos fondos al FMI. Según la ley, esa institución debe destinar al menos 4.000 millones de dólares de sus reservas en oro a condonar sin condiciones la deuda externa de los países más pobres o entregárselos como donación -que es más o menos lo mismo- y además debe abstenerse en sus préstamos a estos países de imponer cualquier restricción a sus gastos en salud, educación o alimentos para los más necesitados.

Si bien el FMI afirma que sus políticas han cambiado a la luz de la crisis financiera, las condiciones impuestas en los préstamos recientes siguen requiriendo cortes presupuestales y altas tasas de interés en busca de lograr superávit fiscal y beneficios para los inversores. Al firmar esta ley, Obama enunció una “aclaración de firma”, según la cual estas condiciones serían una violación inaceptable del derecho de la Casa Blanca a conducir la política exterior. Aclaraciones de este tipo fueron utilizadas con frecuencia por George W. Bush en el pasado reciente para ignorar resoluciones parlamentarias, provocando la ira de los congresistas, incluyendo entre ellos al entonces senador Obama. Ahora, los diputados reafirmaron las condiciones por un voto de 492 contra dos y, además, cuatro de ellos, todos miembros del mismo partido que el presidente, le advierten por escrito que se consideran “mortificados” al verlo “expresar una actitud aparentemente similar” a la de su antecesor. Los diputados, encabezados por Barney Frank, presidente del Comité de Servicios Financieros, le recuerdan a Obama que tuvieron que “trabajar muy duro para aprobar fondos para el FMI y el Banco Mundial”, ya que estas instituciones “han sido insuficientes en su apoyo a valores que Usted comparte con nosotros”. Los restantes firmantes de la carta son David Obey, presidente del Comité de Apropiaciones de la Cámara Baja, Nita Lowey, presidenta del subcomité sobre Operaciones Extranjeras, y Gregory Meeks, presidente del subcomité sobre Política Monetaria Internacional.

“A la luz de la historia de las instituciones financieras internacionales”, le escriben los diputados a Obama, “las condiciones que Usted se considera con derecho a ignorar son críticas”. Y, por lo tanto, demandan no sólo “seguridades de que van a ser respetadas” sino además que “en el futuro no ejerza el derecho a ignorar las provisiones que el Congreso agrega en el proceso legislativo normal para aprobar fondos a las instituciones financieras internacionales”.

Si Obama no acepta este cuasi ultimátum, los firmantes aseguran que “tanto por la preferencia personal de los firmantes de esta carta, como por la imposibilidad práctica de conseguir los votos suficientes, será prácticamente imposible conseguir fondos en el futuro para estas instituciones”.

Por si la amenaza no quedara clara, los diputados enfatizan que “la política de usar aclaraciones de firma para afirmar el derecho de la Casa Blanca a ignorar disposiciones legislativas sobre el FMI, el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales, en vez de resultar en la caducidad de estas disposiciones puede llevar a un insuficiente apoyo legislativo al financiamiento futuro de estas instituciones”.

El diputado Barney Frank ya obtuvo hace algunas semanas que, a cambio de nuevos fondos, el Banco Mundial abandonara la política de promover flexibilidad laboral. La institución prometió agregar a su informe Haciendo negocios un indicador que mida con simpatía el grado de sindicalización de cada país y su respeto por las convenciones laborales de la Organización Internacional del Trabajo.

Derechos Especiales de Giro

La junta ejecutiva del FMI aprobó el lunes 20 de julio una expansión de los Derechos Especiales de Giro (DEG) acreditados a sus países miembros por valor equivalente a unos 250.000 millones de dólares. Con ello, todos los miembros verán aumentar automáticamente, en proporción a sus cuotas, el valor en DEG de su cuenta en el FMI. Los países ricos, que tienen tres quintos de las cuotas, recibirán 150.000 millones y los países en desarrollo 100.000 millones, de los cuales apenas 18.000 millones irán para los países de menores ingresos. El efecto inmediato, en todos los casos, es un aumento sin costo alguno de las reservas de cada país, lo que a su vez puede conducir a liberar otros fondos o a abaratar los préstamos que se reciben, al reducir el “riesgo país”. Cada banco central es libre de convertir sus DEG en cualquier momento en monedas de reserva, ya sean dólares, euros, yenes o libras esterlinas y utilizarlos para pagar sus obligaciones. Se obtienen así divisas sin ninguna condicionalidad y a muy bajo costo. El interés que paga un país mientras no vuelva a depositar en su cuenta los DEG que retiró es calculado sobre la media de interés de las principales monedas de reserva, que en este momento es casi cero. Es el FMI y no el mercado quien establece a diario la tasa a la que se cambian los DEG por monedas “duras”, ya que los DEG sólo son utilizables por los bancos centrales y no pueden ser vendidos en el mercado ni poseídos por particulares.

El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, con el apoyo de China, ha sugerido que los DEG deberían convertirse en una nueva moneda global, en sustitución del dólar.

FUENTE: http://www.rebelion.org/noticias/economia/2009/7/quien-condiciona-al-gran-condicionador-89208

martes, 28 de julio de 2009

Normalistas rurales, innecesarios: SEP

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Normalistas rurales, innecesarios: SEP

Autor: Paulina Monroy

1 Marzo 2009

Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Superior de la SEP, asegura que el cierre de normales rurales se debe a que el número de maestros excede la demanda de alumnos. No obstante, estadísticas del Instituto Nacional de Evaluación para la Educación demuestran lo contrario.

El titular de la Subsecretaría de Educación Superior (SES), Rodolfo Tuirán Gutiérrez, justifica el cierre de las escuelas normales rurales (ENR). Advierte que “no se pueden formar docentes como si no importaran las tendencias demográficas, cuando la fecundidad en el país está disminuyendo”.

En opinión del subsecretario, esta reducción impacta la educación básica, media y superior, por lo que sugiere que se regule el número de vacantes para que se empate la generación de profesionales con la demanda que existe: “Debe haber una vinculación entre la matrícula de la normal y las vacantes que se abren en el magisterio. Hay un límite determinado de egresados y no se pueden producir miles y miles como si se obviara ese procedimiento”.

Por ello, concluye, debe haber reformas fundamentales por las que se elijan maestros más capacitados y mejor formados. “La Alianza para la Calidad Educativa apunta en esa dirección, para garantizar concursos de oposición públicos y abiertos que impacten sobre la matrícula de la educación superior”.

En su reporte La calidad de la educación básica en México 2006, el Instituto Nacional de Evaluación para la Educación (INEE) da cuenta del descenso en el número de alumnos, escuelas y maestros en la educación normal.

Mientras que en el periodo escolar 2000-2001, cuando el total de estudiantes fue de 200 mil 90, en el periodo 2006-2007 disminuyó hasta 136 mil 339. Durante ese primer periodo había 655 normales, las cuales se redujeron a 484 para 2007. Además, en 2000 se contaron 17 mil 366 maestros, y siete años más tarde apenas 15 mil 635.

“Tal reducción –señala el Instituto– es reflejo de una política que se propone un equilibrio entre el número de docentes en formación y las necesidades de la educación básica”.

En México hay 16 normales rurales que admiten a hijos de campesinos y obreros, quienes de otra manera no podrían recibir ningún tipo de educación universitaria. A modo de internado y con el otorgamiento de becas, las normales rurales preparan a los futuros docentes para que impartan clases a niños y jóvenes que, como ellos, viven en las zonas más pobres del país.

Así, ofrecen licenciaturas en educación primaria, telesecundaria, preescolar, especial e indígena. El objetivo de los normalistas no se limita a la educación; buscan apoyar a las regiones más desprotegidas, fomentando proyectos y modos de organización para superar la pobreza.

Sin embargo, en el último año, su matrícula se redujo de 7 mil 632 a 7 mil 32 alumnos, por el cierre de la normal Luis Villarreal en El Mexe, Hidalgo. De la escuela, que por más de 80 años se mantuvo en pie, egresó la última generación en julio pasado. Sus instalaciones fueron ocupadas por una universidad técnica y tres años atrás se canceló el nuevo ingreso.


Miguel Ángel Osorio Chong, gobernador de Hidalgo, argumentó que en el estado ya no se necesitan más maestros rurales, cuando, de acuerdo con el Segundo conteo de población y vivienda 2005, el índice de analfabetismo está por encima de la media nacional, que es de 8 por ciento (Contralínea 96).

Frente a la amenaza del cierre de normales rurales, que Contralínea ha documentado, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), organización que agrupa a todos los estudiantes de las ENR, se ha pronunciado en contra de la Alianza por la Calidad Educativa. La Federación acusa que es una estrategia más para acabar con este modelo educativo.

El acuerdo entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Secretaría de Educación Pública propone concursar las plazas mediante exámenes de oposición, para seleccionar maestros. Los criterios de evaluación son homologados, sin tomar en cuenta la preparación de cada maestro. Así, los normalistas rurales deben contender con el resto del magisterio en condiciones de inequidad, no por estar menos calificados, sino porque su conocimiento y capacidades son diferentes. Tienen habilidades para enseñar a quienes, por la pobreza y marginación, están en desventaja en el nivel educativo.

Pese a la opinión del subsecretario de Educación Superior, el INEE advierte que “aún hay trabajo por hacer para que todos los niños en edad de cursar la primaria puedan asistir a la escuela en localidades pequeñas con menos de 100 habitantes”. Puntualiza que en localidades rurales, 435 mil 989 personas entre 6 y 14 años no asisten a la escuela.

El informe Panorama educativo de México. Indicadores del sistema educativo nacional 2007, publicado por el INEE, anota que, según el Segundo conteo de población y vivienda, en 2005 el 90.6 por ciento de la población de 6 a 11 años asistía a la escuela en localidades con menos de 100 habitantes. En contraste, observa, en localidades con más de 15 mil habitantes asistía el 97.6 por ciento.

Crecimiento en población estudiantil

Según el INEE, de 2000 a 2007, la matrícula en educación básica aumentó 6 por ciento, es decir, creció de 23 millones 565 mil 800 a 24 millones 979 mil 600 alumnos. A su vez, el número de maestros en ese nivel aumentó 9.3 por ciento. Mientras en 2000 se contaban 1 millón 13 mil 647 docentes, seis años más tarde el número ascendió a 1 millón 107 mil 942.

La población entre 3 y 14 años representa el 25 por ciento de la población nacional, es decir, existen 26 millones 224 mil 901 niños en edad escolar básica. Esta población crece a una tasa anual del menos 1 por ciento.

El informe refiere que en el ciclo escolar 2006-2007 el sistema educativo básico concentró a 25 millones 380 mil 505 estudiantes, 1 millón 125 mil 790 maestros y 271 mil 561 escuelas. Anota que la cobertura nacional en preescolar fue de 73 por ciento, en primaria, del 101.2 por ciento, y en secundaria, 80 por ciento.

“No sólo se debe procurar la efectiva universalización de la educación primaria –advierte el INEE en Panorama educativo de México. Indicadores del sistema educativo nacional 2007–, sino que debe ampliarse la cobertura de la educación preescolar y de la secundaria y mejorar la equidad y la calidad de los sistemas educacionales”.

Casi la totalidad de los estados superan el ciento por ciento de cobertura; no obstante, señala el INEE, “esta situación hace pensar en posibles inconsistencias entre las fuentes de información”. Desde su informe La calidad de la educación básica en México 2006, el organismo cuestionó los indicadores, pues “las tasas reflejan que hay más niños entre 6 y 11 años dentro de la escuela, que niños de esas mismas edades en el país, lo que resulta absurdo”.

Por otro lado, advierte que a partir del ciclo escolar 2002-2003 la matrícula y el número de planteles de primaria decrecieron, debido a la reducción del crecimiento demográfico y a que la cobertura se acerca al ciento por ciento.

En 2000 se inscribieron 14 millones 792 mil 500 alumnos y para 2006 el total descendió a 14 millones 548 mil 200. No obstante, el informe anual 2008 ¿Avanza o retrocede la calidad educativa? Tendencias y perspectivas de la educación básica en México asienta que, durante el ciclo escolar 2007-2008, la población estudiantil tuvo un aumento ligero de 14 millones 654 mil 100.

Entre los ciclos 1999-2000 y 2004-2005, el número de alumnos en sexto de primaria creció 6.1 por ciento. La población fue de los 2 millones 162 mil 936 a los 2 millones 294 mil 163 estudiantes. En seis años, 8 mil 505 niños llegaron al último grado de primaria en escuelas públicas rurales. Mientras que en 1999 se inscribieron 647 mil 458 estudiantes, en 2005 lo hicieron 655 mil 963.

A su vez, el nivel preescolar registra el incremento más importante de matrícula en educación básica. Del periodo de 2000-2001 al periodo 2007-2008, la población aumentó 28 por ciento, es decir, pasó de 3 millones 423 mil 600 a 4 millones 745 mil 700 niños. En cobertura creció del 50 al 76.4 por ciento en ocho años.

El número de maestros, alumnos y escuelas de educación secundaria también ha aumentado. En el periodo 2000-2001 se tenían registrados 5 millones 349 mil 700 alumnos, y para el ciclo 2007-2008 se contaron 6 millones 116 mil 300. La cobertura creció de 65.9 a 81.5 por ciento; sin embargo, en Panorama educativo de México, el INEE subraya que se debe tener presente que la universalización de este nivel requiere un esfuerzo importante.

Respecto a la matrícula en educación indígena y comunitaria, hasta el ciclo escolar 2006-2007 habían 533 mil 796 alumnos inscritos en preescolar, y 947 mil 5 en primaria; mientras que en telesecundarias se registraron 1 millón 232 mil 982 estudiantes.

La población entre 3 y 14 años en los estados sede de las ENR fluctúa entre el 24 y el 29.5 por ciento del total. Según el INEE, los estados con menor nivel de desarrollo, como Guerrero, Chiapas y Oaxaca, presentan los índices más altos de estudiantes del nivel básico y de población rural. No obstante, es ahí donde la permanencia de las normales ha sido mayormente amenazada.

Tal es el caso de la ENR Mactumactzá Pantaleón Domínguez, de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. En 2003, sufrió un primer intento de cierre y cancelación de nuevo ingreso; sin embargo, la manifestación de los normalistas logró que un año después fuera reabierta la convocatoria. Actualmente la escuela ya no funciona como internado y aunque el gobierno de Juan Sabines se comprometió a crear nuevas instalaciones, el objetivo es acabar con la organización estudiantil.

Zeferino Torreblanca, gobernador de Guerrero, intentó reducir la matrícula estudiantil de la ENR Raúl Isidro Burgos en 2007. Abiertamente declaró que el objetivo de su administración era acabar con el “desorden” que, según él, priva en la escuela de Ayotzinapa. Año con año, los estudiantes deben movilizarse para que el nuevo ingreso no sea cancelado.

Educación rural

El INEE describe que el grado de urbanización en México propicia que la población rural se disperse en un gran número de localidades muy pequeñas, de menos de 100 habitantes. En su informe La calidad de la educación básica en México 2006, explica que el aumento de estos asentamientos dificulta la provisión de servicios educativos.

En 2000, se tenían registradas 6 mil 875 localidades rurales con una población que va de los 1 mil a los 4 mil 999 habitantes; 191 mil 33, con menos de 1 mil habitantes. Hasta 2005, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática contó 137 mil 487 localidades con menos de 100 habitantes en México; en 1995, 151 mil 305.

“En una localidad de menos de 100 habitantes –expone– no hay un número suficiente de niños en edad escolar que justifique la creación de escuelas convencionales. Por esta razón, la oferta educativa creció con características ajustadas a la dispersión de la población rural, como primarias multigrado, telesecundarias, cursos y preescolares comunitarios.”

Al respecto, el INEE expone que la limitación de recursos para practicar dichos modelos los lleva a ofrecer un nivel de calidad inferior al de otros servicios: “Si se considera que los alumnos viven en condiciones menos favorables para el aprendizaje, la consecuencia de resultados inferiores no puede sorprender”.

Advierte, sin embargo, que el número de comunidades ha decrecido debido a la migración. “La demanda es atendida en zonas urbanas por servicios propios de las zonas rurales aisladas, probablemente con carencias similares, lo que reforzaría las brechas en la calidad”.

En México, 34 de cada 100 instituciones son multigrado, condición que prevalece en 66 de cada 100 escuelas indígenas. En planteles bajo esta modalidad, uno o más docentes están a cargo de dos a seis grados a la vez. En el reporte Panorama educativo de México. Indicadores del sistema educativo nacional 2007, el instituto observa que “el porcentaje refleja la falta de docentes para atender alumnos de diversos grados y edades”.

Durante el periodo 2006-2007, las primarias multigrado recibieron a 1 millón 9 mil 775 niños y 268 mil 463 niños indígenas. Por modalidad, el 11.5 por ciento de estas escuelas son unitarias, el 12.9 por ciento del total son bidocentes y el 9.4 por ciento son tridocentes. En las primarias indígenas, las estadísticas aumentan: el 26.8 por ciento son escuelas unitarias, el 23.2 por ciento bidocentes, y el 16.2 por ciento tridocentes.

En relación con las telesecundarias, 1 mil 320 son unitarias y 2 mil 116 son bidocentes. “Las escuelas unitarias representan el mayor reto para el docente, puesto que debe trabajar con todos los grados de primaria de manera simultánea”.

Otro factor de retroceso es la interrupción de estudios. El INEE enuncia que ello ocurre con más frecuencia en los estados con alta población rural. En primarias indígenas, la mitad de los alumnos no la cursan de acuerdo con una trayectoria ideal, es decir, que alcancen el último grado en el tiempo establecido para ello. Mientras en las primarias generales la probabilidad de que alumnos avancen de acuerdo con la edad normativa es de 0.74, en primarias indígenas es de apenas 0.53.

“Esta realidad perpetua las disparidades –apunta el organismo–, y en este sentido, es necesario hacer mayores esfuerzos a fin de garantizar que los alumnos cursen la educación básica con más probabilidades de éxito”.

El informe ¿Avanza o retrocede la calidad educativa? Tendencias y perspectivas de la educación básica en México expone que en 2007, en tanto que alumnos de sexto grado en primarias públicas urbanas obtuvieron puntajes de 516 y 512 en evaluaciones de español y matemáticas, en escuelas públicas rurales alcanzaron 482 y 486, respectivamente.

En 2007, el Examen de la Calidad y el Logro Educativo de español arrojó que el 20.5 por ciento de los estudiantes de sexto grado en primarias rurales están por debajo del nivel básico y en escuelas indígenas el porcentaje aumenta hasta el 47.3 por ciento. En contraste, sólo el 10.6 por ciento del alumnado del último grado en primarias urbanas entró en dicha categoría.

En 2005, el 12 por ciento de estudiantes del último grado en escuelas urbanas se sitúo en un nivel inferior de competencia en lectura, mientras que en rurales el 23 por ciento no alcanzó una calificación satisfactoria; no obstante, de 2000 a 2005 los estudiantes de primarias rurales aumentaron en 22 puntos su desempeño en lectura.

En relación con el nivel de secundaria, estudiantes del último año alcanzaron puntajes de 512 y 505 en lectura y matemáticas en escuelas públicas, y de 461 y 467 en telesecundarias. A diferencia de lo registrado en primaria, entre 2000 y 2005 el desempeño en lectura disminuyó 10 puntos y en matemáticas 20.

“La ausencia de mejora –explica el INEE– se debe en parte al hecho de que el nivel todavía crece, lo que implica no sólo atender cada año un número mayor de alumnos, sino también una mayor proporción de jóvenes que provienen de sectores más desfavorecidos de la población que, además, son atendidos principalmente en el tipo de servicio que cuenta con menos recursos humanos y materiales: las telesecundarias”.

Señala que la combinación de factores, como que los alumnos provengan de medios desfavorecidos y las carencias de los modelos educativos, lleva a que los estudiantes atendidos alcancen niveles de aprendizaje inferiores a los que se consiguen con otros servicios.

[TABLAS]

[INFOGRAFÍA]

[RECUADRO]

“Desconocer las normales rurales es desconocer la fuerza de un siglo”

Rosa María Torres Hernández, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, dice que desconocer los 88 años de existencia de las escuelas normales rurales es no entender su dinámica social. Sólo distinguiendo su historia, advierte, será posible encontrar soluciones.

“Es como no reconocer la fuerza de un siglo”, sostiene la autora de la tesis doctoral Las trayectorias institucionales y académicas en la Escuela Normal Rural El Mexe, el Centro Regional de Educación Normal Benito Juárez y la Escuela Normal de Ecatepec.

Sobre el modelo educativo, que califica como vital en la posrevolución, señala que no se debe entender por “pesos y centavos”, sino por instituciones que comparten una identidad: “Fueron las representantes de la modernidad llevada a las entidades federativas. Ahora ya no estamos en la lógica nacionalista y se ven diferentes. Hoy se quiere desconocer eso y van a encontrar mucha resistencia”.

Abunda en que es difícil que los alumnos y egresados, herederos de un siglo y que forman parte de la historia política y la lucha por la reforma democrática, acepten que el normalismo rural desaparezca, pues no sólo los une la institución, sino una identidad: “Se afianzan sobre sus mismos principios y se reconocen en los mismos principios que los fundaron; es una forma de pertenencia”.

La académica reitera que este modelo aún es importante. Toda vez que exista la pobreza y la marginación, las normales rurales se sentirán convocadas a privilegiar causas sociales: “Hay una defensa de los derechos de los niños, humanos y de la buena enseñanza equitativa, donde da lo mismo si van a una escuela de ciudad o de un pueblo; aprenden lo mismo aquí y allá”.

Expone que pese a provenir de otras regiones y vivir internados, los estudiantes tienen la capacidad y la formación para entender el contexto de las comunidades rurales. Además, la candidata a doctora alerta que las normales rurales están en una posición muy frágil y es difícil que se inserten en el esquema educativo actual.

Recuerda que desde su origen hasta la actualidad, los cambios sufridos por estas instituciones han sido terribles, sin embargo, han logrado conservar su estructura. Aún así, enuncia que los alumnos tienen la firme intención de hacer un cambio, pero “el gran problema son los intereses internos y externos en esas instituciones”.

Respecto a la conversión de las normales rurales en otros modelos educativos, Torres admite que no es conveniente; “no es sólo un problema de negociación o del levantamiento de alumnos, tiene que ver con el nexo que tienen los estudiantes con las comunidades, con otros grupos y con el gobierno federal o estatal”.

Asimismo, observa que los gobiernos buscan generar una imagen de los estudiantes rurales como “perturbadores”. La investigadora dice no creer en el maniqueísmo de que a todas las normales rurales se les quiera destruir, como tampoco que sean subversivas o que, por el contrario, tengan todo el apoyo para sobrevivir: “Hay un mito sobre que lo que huele a izquierda es puro, y que quienes están ahí son revoltosos o que no tienen nivel académico. Ello contribuye al ataque y a que la opinión pública no sepa distinguirlo”.

No obstante, dice que se debe intervenir para que la situación de las normales rurales mejore. Menciona que al interior de las instituciones también debe haber responsabilidad. Ello, explica, porque del mismo modo los normalistas están obligados a conocer bien su historia: “No solamente los momentos de gloria, sino en los que no la ha habido”. En su opinión, existe “cierto clientelismo” en la planta docente, además de “arbitrariedades” en algunos consejos estudiantiles. (PM)


FUENTE de ésta noticia: http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2009/03/01/normalistas-rurales-innecesarios-sep/


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Abandono en la Normal Rural de Mactumaczá

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Abandono en la Normal Rural de Mactumaczá


Autor: Érika Ramírez

26 Julio 2009

Al abandonar estructural y económicamente a la Escuela Normal Rural de Mactumaczá, Chiapas, el gobierno de Juan Sabines busca extinguirla. La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México advierte que luchará hasta recuperar el sistema de internado, destruido en 2003 por la administración de Salazar Mendiguchía. La normal es la única oportunidad de estudios profesionales para indígenas y campesinos de la región, considerada entre las más pobres del país


Érika Ramírez / Rubén Darío Betancourt, fotos / enviados

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Más de 400 jóvenes se enfilan en el patio central de la Escuela Normal Rural (ENR) de Mactumaczá. Todos esperan realizar el examen de admisión, única oportunidad que tienen para continuar con sus estudios de educación superior. La mayoría viene de lejos, de las comunidades más pobres de Chiapas y del país; son hijos de indígenas, campesinos u obreros.

Muchos de ellos llegaron desde un día antes y se resguardaron en las instalaciones de la normal, pasaron el fresco de la noche recostados en las bancas de cemento de la escuela, sin más pertenencias que un suéter, documentos personales y bolígrafos. Otros, bajaron a las colonias cercanas a Tuxtla Gutiérrez y pernoctaron en la casa de algún familiar; debían estar a las ocho de la mañana en punto para poder obtener la ficha que les diera acceso a la prueba de selección.


Carlos es un indígena tzeltal de 19 años de edad que se aferra a continuar con sus estudios. Llegó a Mactumaczá desde las seis de la mañana en compañía de su padre. Salieron la noche anterior de la comunidad de Chitaltic, municipio de Yajalón, una de las más marginadas del estado, reporta el Consejo Nacional de Población. Ésta es la segunda ocasión que el joven se presenta a la convocatoria de ingreso, un año atrás quedó a pocas décimas de ser admitido.

Sabe que la probabilidad de pertenecer a este plantel depende de que sus calificaciones queden entre los primeros 60 alumnos aprobados. No hay más espacios.

En 2003, el gobierno estatal de Pablo Salazar Mendiguchía redujo la matrícula escolar al 45 por ciento de su capacidad. De 527 estudiantes que conformaban la comunidad estudiantil, quedaron 240; las oportunidades para los alumnos de primer ingreso se redujeron al mismo porcentaje. Y aunque el actual gobernador Juan Sabines prometió en su campaña reabrir el internado y aumentar la matrícula, ahora ni siquiera recibe a los normalistas.

Proceso de cierre

La historia de la ENR Mactumaczá se partió en dos. El 6 de agosto de 2003 la policía estatal entró a las instalaciones a reprimir estudiantes, maestros y padres de familia ahí reunidos. El saldo de esta refriega fue de 200 personas presas, la demolición de los dormitorios, la clausura del comedor y la lavandería, la aplicación de examen para la obtención de plazas laborales y la reducción de la matrícula estudiantil. Un golpe a la institución que tiene más de 50 años de impartir la licenciatura en educación primaria.

Mientras espera, Carlos dice que quiere ser maestro “para apoyar a los chavos de su comunidad, motivarlos para que un día puedan progresar. El analfabetismo es un problema donde vivo, varias personas no saben leer, por eso no han podido levantarse”. Describe su pueblo como un lugar en donde toda la gente subsiste con la siembra del maíz, el frijol y el café. Además, viven hacinados en casas de madera o concreto, con techos de lámina y piso de tierra.

Jorge Cruz, su padre, agrega: “Es un lugar donde la gente se muere porque no hay médicos”. Por eso hubiera querido que su hijo estudiara medicina, “pero definitivamente estamos lejísimos de llegar a eso”.

“Nosotros trabajamos el campo, sembramos maíz, plátano, frijol; tenemos algunas aves de corral, y con eso vendimos y juntamos algo de dinero para poder estar hasta aquí”, relata. Su estancia en el lugar no puede ser prolongada: una vez que Carlos termine su examen, deberán regresar inmediatamente a Chitaltic, ya que no cuentan con recursos para pagar hospedaje o alimentación.

El abandono

En esta escuela, donde las raíces de los árboles levantaron los pisos de concreto y la humedad oxida el mobiliario, hay 240 jóvenes de escasos recursos que luchan por recuperar las instalaciones perdidas después del llamado “macanazo” –cuando, en 2003, más de 2 mil policías entraron a las instalaciones del plantel para golpear a los estudiantes–: el comedor, internado y el sistema de producción agropecuaria.

Ubicada a unos 20 minutos de distancia de la capital política y económica del estado, Tuxltla Gutiérrez, la ENR Mactumaczá va muriendo poco a poco. El deterioro de las instalaciones y el presupuesto acotado que asigna el gobierno estatal anualmente muestra el desdén de las autoridades para sacar adelante a la institución. Los ejes complementarios de enseñanza, cultura, deportivo y agrícola, carecen de presupuesto alguno para continuar en su ejercicio.

Aquí fueron destruidas hace seis años las instalaciones que albergaban a más de 500 estudiantes varones. En el espacio que ocupaban los dormitorios, sólo permanecen las varillas de metal que sujetaban las estructuras. Hubo quien rescató, entre los escombros, los colchones y camas que se han heredado tras seis generaciones.

En el comedor, donde diariamente se preparaban más de 20 kilos de frijol, se cocían verduras y se preparaban platillos con raciones de carne o pollo para los estudiantes, sólo quedan los murales que representan la matanza estudiantil de Tlatelolco, en 1968; también las leyendas: “Mientras la pobreza exista, las normales rurales tendrán razón de ser”; “nos odian por nuestros ideales, nos desprecian por ser pobres”, con una imagen de Ernesto Che Guevara.

En las cuarteadas canchas de futbol y baloncesto crece pasto; la alberca, que otrora fue espacio para competencias de natación con otras escuelas del estado, permanece clausurada. Sólo se utiliza cada abril para celebrar el aniversario de la escuela.

Los sistemas de producción agropecuaria quedaron semivacíos: una veintena de borregos desnutridos es lo único que le da vida a este sector. Las porquerizas, los enjambres para la producción de miel, las aves de corral y las siembras de maíz y frijol fueron eliminadas completamente del sistema de enseñanza. El programa que corresponde a esta actividad se mantiene de manera teórica y con algunas prácticas en las instalaciones de la Secretaría del Campo del gobierno estatal.

El presupuesto anual que reciben las autoridades del plantel asciende a 600 mil pesos mensuales, que son utilizados para el pago de nómina de la planta docente y del personal de intendencia. A esto se suman 2 mil pesos mensuales que recibe cada alumno como beca, que utilizan para pagar su estancia en algún cuarto de alquiler, alimentación, transportación y material didáctico para sus prácticas como docentes.

María de la Luz Guillén Trujillo, subdirectora académica de la ENR, explica que la importancia que tiene la institución es que todavía es una escuela de educación pública que forma licenciados en educación primaria.

Alberga a estudiantes de bajos recursos económicos, de distintas comunidades de Chiapas, y de estados vecinos como Veracruz, Oaxaca y Tabasco. El 60 por ciento de su matrícula es indígena y se “ha distinguido como institución por su trayectoria de compromiso social”.

“Aquí ya no contamos con recursos para sostener una formación complementaria, que es el servicio que le brinda la institución al estudiante para su formación”, lamenta.

La supervivencia

El calor supera los 30 grados centígrados; el ambiente es húmedo, denso. Las viviendas que hay sobre el kilómetro 2 de la carretera Chicoasen, delante de la ENR, permanecen con sus puertas y ventanas abiertas para que entre un poco el aire.

Dalila hace lo mismo en el pequeño cuarto, sólo que ahí el calor es asfixiante. Su espacio se reduce a dos por dos metros cuadrados y el techo es de lámina. Ella, al igual que sus compañeros, tiene que rentar un cuarto, mientras permanece fuera de Frontera Comalapa, su comunidad.

A sus 19 años forma parte de familia que se ha desintegrado a causa de la migración. Sus tres hermanos varones salieron en busca de mejorar sus condiciones de vida. Llegaron a Estados Unidos y hoy permanecen en un aparente arraigo en el lugar donde trabajan; “si salen, los detiene la migra”.

Los gastos de la estudiante chiapaneca son limitados y cubiertos con los 2 mil pesos que recibe cada mes, “apenas si nos alcanza”, dice. Hace tres años, Dalila pretendía estudiar ingeniería en computación en la universidad estatal, pero, como a sus demás compañeros, los recursos no le favorecen. Ahora paga 600 pesos por el alquiler de su habitación y gasta unos 50 pesos en alimentos. Cuando no puede disponer de esa cantidad se enlista en el cuaderno de deudas que tienen las comerciantes de comida que trabajan afuera de la escuela.

La “tía”

Desde hace seis años Lauteria Basilia tiene un negocio de comida frente a la normal de Mactumaczá. Todos los días empieza a trabajar desde las cuatro de la mañana. Es una de las tres comerciantes que fía comidas a los alumnos: los chicos se anotan en una libreta y, cuando llega el pago de la beca, ajustan cuentas.

Cada comida cuesta 15 pesos. “Aunque parece increíble”, su dieta contiene arroz, frijoles, carne y un poco de verdura. Lauteria es madre soltera, tiene cinco niños, y aunque vive de su negocio, sabe que no puede lucrar con él: “Nosotros vemos cómo la pasan, no los podemos ahorcar más. Nos quedamos con poco dinero de las ventas, pero salimos adelante”.

Una manera de aminorar los gastos, explica, es que no cuenta con trabajadores. Ella y dos de sus hijas son quienes se hacen cargo de todo. Sabe que la mensualidad de los “chicos” no les alcanza. “Ellos son rurales, son pobres, vienen de las comunidades y no les han dado el apoyo que merecen”.

Sin embargo, confiesa que quizá éste sea el último año en que mantenga esa tarifa. “Los precios de los productos aumentan cada vez más, y a veces ya no se pueden sostener. Yo les fío y a mí me fían, tapo un hoyo y destapo otro; pido pollo, carne, tortillas, y cuando ellos me pagan, yo tengo que pagar”.

Cultura, al borde

En un salón donde las barras de ballet se encuentran desvencijadas, el piso astillado y con contactos de luz descompuestos, Maricela Rodríguez Álvarez imparte la materia de educación artística y es la responsable del club de danza de la normal.

Trabaja desde hace 10 años en la escuela y sabe de las carencias que tienen los alumnos para desarrollar su preparación docente. Esta materia es la más importante, dice, porque “si recordamos nuestra niñez, nos damos cuenta de que comenzamos a conocer la vida por medio del juego, con la imaginación y creatividad de los niños”.

Lamenta el trato y abandono que se le ha dado al normalismo en el estado. Mactumaczá “no sería importante si no tuviéramos zonas rurales o marginadas, donde hubiera la necesidad de tener a los maestros que aquí formamos. Ellos se preparan para estas zonas, para las escuelas multigrado, para zonas donde se tiene que caminar por muchas horas, donde no hay luz, donde no hay agua”.

En el salón, donde los jóvenes ensayan bailes regionales y aprenden actuación, la profesora enlista tan sólo algunas de las necesidades que tienen para desempeñar sus actividades en el eje cultural: falta material para confeccionar el vestuario de danza, transporte para asistir a las presentaciones que se hacen en otras escuelas o comunidades lejanas, material didáctico y horas de clase para desarrollar talleres en lenguas indígenas.

Egresada hace 17 años de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Oaxaca, Rodríguez Álvarez reprocha: “Las escuelas han hecho a un lado la educación artística, y en la normal rural, después de la represión de 2003, se descentralizó el trabajo que llevábamos”.

Espionaje en la ENR

Esta escuela no sólo ha sido objeto de desmantelamiento físico y económico. También ha sido vigilada por agentes de seguridad nacional, que vinculan a los alumnos con movimientos de insurgencia. Conrrado de Jesús Borraz León es maestro de esta normal. Imparte la materia de observación y práctica docente. También fue director del plantel en los años previos al “macanazo”. Su vida ha transcurrido en estas aulas, primero como alumno, luego como profesor.

Originario de la comunidad Flores Magón, en el municipio de Venustiano Carranza, el exdirector de Mactumaczá dice que el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía vio a los normalistas como enemigos, por eso acabó con el internado, quitó el comedor y eliminó la asignación de plazas.

“Las autoridades no se dan cuenta de que las normales rurales han formado un papel histórico en México. Algunos gobiernos estatales las han visto como escuelas obsoletas, que ya no tienen motivo de existencia, pero en una situación de pobreza como la que vive Chiapas, es una esperanza y un deseo para abatir el rezago social. Por eso, Mactumaczá sí tiene razón de ser y los que estamos aquí venimos a enfrentarnos a ese reto”.

Sabe que estas escuelas han sido calificadas como “semilleros de guerrilleros”; por eso agentes espías –que toman fotografías a estudiantes y personal docente– están al pendiente de lo que ocurre aquí.

Borraz León recuerda que en el periodo de 1998 a 2000, cuando era director de la institución, recibió por lo menos tres visitas de agentes del Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional). La primera vez estaba en su oficina, cuando un hombre entró de manera violenta y le exigió nombres de alumnos vinculados con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

“Me decía, ‘¿cómo es posible? ¿Tienen un presupuesto muy alto y los muchachos andan escandalizando y causando desorden?’ Gritaba y manoteaba. ‘Quiero los nombres del Comité Ejecutivo Estudiantil. Yo sé que están vinculados con el EZLN’. No hubo nada, y luego de varios minutos de tratar de convencerlo, se retiró.

La siguiente entrevista fue más “moderada”, pero su petición era la misma: los vínculos de los normalistas con el movimiento guerrillero, a lo que el profesor respondía: “Los jóvenes de aquí vienen de distintas etnias o comunidades, es probable que algunos conozcan o tengan familiares relacionados, pero aquí no va a encontrar a nadie del EZLN”.

Las visitas de este hombre eran rápidas: llegaba, cuestionaba y salía lo más pronto posible. No lo volvió a ver jamás. Ya en 2000, otro agente se presentó ante Conrrado Borraz de manera más “amable”. Era más joven, delgado y moreno. También se identificó como agente del Cisen. Se presentó para informar que un grupo de estudiantes de la normal había sido detenido en la carretera, viajaba en autobús rumbo a la presentación de un festival cultural en una comunidad cercana. Y tras una breve explicación y certificación de que viajaba por parte de la escuela, él mismo pidió su liberación.

“Ésa ha sido la actitud de los gobiernos. Han señalado a las escuelas pero no han sido impulsadas, fortalecidas. Como egresado, trabajador y profesor de esta normal, cuánto me hubiera gustado que el gobierno impulsara un programa de reconocimiento para las normales rurales. Nunca lo han hecho. De qué nos acusan si no ha habido la intención de decir ¡vamos a trabajar!

“Al contrario, en 2003 eliminó las plazas automáticas, y no ven que ésta es una inversión que hace el gobierno federal para la formación de estudiantes que luego van a trabajar donde los necesitan”, espeta.

La represión

Lilián y Óscar son alumnos de esta escuela. Permanecen en la incertidumbre porque el gobierno de Juan Sabines no ha presentado un proyecto viable para la construcción de un nuevo internado. Los jóvenes, que se encuentran en el tercero y segundo año de la carrera, respectivamente, dicen que ha habido varios intentos para desaparecer la ENR; uno de ellos, la represión del 6 de agosto de 2003.

Óscar, quien ha solicitado una baja temporal del plantel para poder salir en busca de trabajo y ayudar económicamente a su familia, dice que al gobierno le molesta que “llevemos una ideología diferente. Hacemos crítica de lo que ocurre en el país y en el estado, por eso, cuando hay inconformidad, nos manifestamos”.

Los jóvenes, integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), aseguran que, luego de que en 2006 el ahora gobernador Juan Sabines hiciera la promesa de devolver el internado a Mactumaczá, los avances han sido nulos.

“Tenemos la responsabilidad de cumplir en lo académico, pero también de sacar adelante las demandas de nuestros compañeros. A raíz de 2003, las generaciones que hemos pasado por la escuela tratamos de luchar para que se nos devuelva el internado y se haga justicia social. Somos un estado marginado, en donde las oportunidades para los pueblos indígenas y para los compañeros de bajos recursos económicos, igual que nosotros, son pocas o escasas”, explica Lilián.

Hoy se ha abierto el espacio y el ofrecimiento de trasladar la escuela a la comunidad Salto de Agua. A un terreno accidentado, ubicado en las cercanías de un río. Este último inundaba, en temporada de lluvias, las instalaciones de un internado infantil, que fue reubicado para no poner en riesgo a los niños.

Ante ello, “les decimos a las autoridades que se comprometan. Ellos tienen tierras en todo el estado y a donde se vaya puede funcionar un internado. No entendemos por qué quieren mandarnos a un lugar en donde no haya posibilidades de crecer, donde la escuela no tiene futuro”, cuestiona la joven integrante de la FECSM.

Pobreza chiapaneca

Borda con sus manos “chuequitas” un telar que pretende vender en 80 pesos. Su trabajo es delicado y minucioso, que acabará cuando tenga tiempo, después de trabajar en el campo, hacer pan para la venta y lavar la ropa de su familia. Concepción Ramírez es una indígena tzotzil de 49 años que empezó a trabajar desde pequeña.

Es esposa de Domingo Vázquez, un jornalero agrícola que alquila su mano de obra por 70 pesos diarios, mismos que apenas le alcanzan para comprar algo de insumos para la siembra del maíz que consume su familia. Ellos subsisten con una dieta basada en tortilla, frijol, queso y pozol.

Viven a dos horas de la Escuela Normal Rural Mactumaczá, donde estudia su hijo Francisco, a quien no pueden ver desde hace tiempo, porque el pasaje cuesta casi lo mismo que un día de paga para su madre.

Domingo estudió hasta el segundo grado de primaria. Ella, apenas el preescolar: “Mis padres eran muy pobres y no me pudieron mandar a la escuela; mi papá se enfermaba y nosotros trabajábamos. Sufrí mucho de niña, por eso hice el esfuerzo con mis hijos de trabajar para sacarlos adelante”, dice mientras muestra la deformidad de sus dedos, consecuencia de los cambios de temperatura a los que se ha expuesto en sus jornadas como panadera y lavandera.

El Informe ejecutivo de pobreza, México 2007, realizado por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), indica que la entidad con mayor incidencia de pobreza alimentaria es Chiapas: 47 por ciento de su población se encuentra en esta situación. Le siguen los estados de Guerrero, con 42 por ciento; Oaxaca, con 38.1; Tabasco, con 28.5, y Veracruz, con 28 por ciento.

“En el ordenamiento de la situación de la pobreza de capacidades, Chiapas también ocupa el primer lugar, con 55.9 puntos porcentuales reportados; le sigue el estado de Guerrero, que reporta 50.2, y Oaxaca, con 46.9”, detalla el Coneval. (ER)


FUENTE de ésta noticia: http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2009/07/26/abandono-en-la-normal-rural-de-mactumacza/

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