La Educación Pública en la encrucijada de las reformas.
Luis Hernández Montalvo.
Más de veinticinco millones de niños y jóvenes se preparan para iniciar un nuevo ciclo escolar, los gobernadores inundan los espacios visuales con propaganda para anunciar que los padres no gastarán en la compra de útiles escolares, porque es el gobierno el que los proporciona gratuitamente. Cuando los funcionarios y empleados se presenten a las escuelas de educación básica a entregar las donaciones de libretas, los niños ya tendrán mochilas, libretas y toda clase de material escolar que rebasa la imaginación de los funcionarios y los montos de las listas oficiales con la realidad concreta de las escuelas.
Las escuelas privadas y una inmensa cantidad de escuelas públicas han secuestrado los libros de texto gratuito y en su lugar han sido reemplazados por textos de editoriales privadas, lo cual contradice nuestras leyes en la materia, pero nadie dice nada, con lo cual convierte a nuestro sistema escolar en un espacio caótico y poco efectivo en los términos de la enseñanza y el aprendizaje.
La supervisión escolar es poco efectiva, por no decir que nula, por eso, sería bueno revisar el bosquejo descrito en el Programa Sectorial de Educación 2007-2012, se presente un diagnóstico y una evaluación de los actuales Programas de Estudio y sus Contenidos, los enfoques pedagógicos, los métodos de enseñanza y los recursos didácticos empleados en las escuelas por los profesores, no los que supone el Plan de Estudios vigente desde 1993.
Hay una especie de balcanización del Proyecto Educativo Nacional. Los contenidos que se enseñan en las escuelas están en relación con la influencia económica de las casas editoriales, con los prejuicios religiosos y con creencias que rompen con los principios elementales de unidad nacional, esto es posible por la ausencia de una supervisión escolar eficiente, porque hay una ausencia de directores y supervisores con autoridad académica que sea capaza de orientar el trabajo escolar de los profesores en las aulas, por la deficiente formación pedagógica de las escuelas normales, porque la contratación de profesores en las escuelas normales no responde a las necesidades y retos de estas instituciones formadoras de docentes, por el alejamiento de la administración de la vida cotidiana de las comunidades escolares.
Otra forma de explicar esta balcanización radica en la poca o nula comprensión de los maestros sobre los enfoques pedagógicos de los Programas de Estudio, ocurre desde los profesores de educación indígena, que no alcanzan a comprender, por qué debe respetarse la lengua materna de los niños, principalmente en la enseñanza de la lectura y la escritura.
Lo que tenemos a la vista es el fracaso de los Programas de capacitación de profesores ensayados hasta ahora y el derroche de millones de pesos, de la ausencia de cuadros académicos especializados en la enseñanza de contenidos de educación básica, es responsable el salario miserable que reciben los maestros de jornada o los profesores contratados con plazas de hora-semana-mes.
Tenemos otro problema, las escuelas trabajan de manera inercial, a pesar de haberse incorporado en la legislación de 1992-1993 el concepto de Educación Básica, no se han hecho los esfuerzos para articular a todos los tipos y niveles de la educación básica en un nuevo modelo educativo, en una nueva visión que rompa con los viejos paradigmas fragmentarios sobre la visión de la educación preescolar, primaria y secundaria, lo cual implicaría construir una administración que respondiera a este nuevo paradigma y no como ocurre actualmente, en donde no existe comunicación entre una y otra área de trabajo.
La inercia ahoga la capacidad creativa de los maestros en las escuelas, el autoritarismo del sindicato por afirmar sus privilegios e intereses, condenan a millón y medio de trabajadores al inmovilismo, a permanentes conflictos, ligeramente afectados por las medidas sanitarias de enfermedades misteriosas poco comprendidas por los políticos y funcionarios de salud y que nos amenazan con medidas más severas para invierno.
El nuevo ciclo escolar se inicia en medio de serias amenazas de reducción del gasto público en varios cientos de millones de pesos, lo que sin duda afectara los programas de educación de todo el país, pero también, servirá de pretexto para impulsar una política fiscal y de recaudación de impuestos más agresiva, se pretende incrementar el impuesto predial, cobrar el IVA a alimentos y medicinas. Con el nuevo ciclo escolar, se inicia una nueva legislatura, dominada mayoritariamente por el PRI y el Verde Ecologista de México, estos últimos empeñados en hacer avanzar la aprobación de la pena de muerte para secuestradores y criminales.
Acteal y la Suprema Corte de Justicia son una mala señal para este país que lucha contra la impunidad del poder y los poderosos que lo detentan. Su mensaje es de muerte, de sarcasmo, de burla a la nación. ¿Hasta donde las fronteras de la delincuencia con los hombres de poder encargados de impartir la justicia? Todos los días son cruciales para el país, de norte a sur van más de diez mil hogares de mexicanos enlutados por la violencia, la sangre de mexicanos se riega en una guerra intestina que nos afecta a todos, porque cada vez es más cruenta y peligrosa, lo que ocurre en Chiapas, puede desbordar los odios de los agraviados y humillados por los poderosos.
Los grupos más influyentes en el campo educativo ya se preparan para imponer un nuevo Modelo Educativo, “basado en competencias”, una nueva moda y un distractor para justificar el gasto de millones de pesos de quienes le venden la idea al Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, al igual que su antecesora no sabemos con quienes se reúne para implementar el nuevo modelo, lo que si sabemos es que con los maestros de México no, el señor guarda silencio por conveniencia política, mientras las inercias hacen lo suyo. Buenas razones son suficientes por parte de la Presidenta Nacional del CEN del SNTE y si algo hace falta, las blusas glamorosas de parís hacen lo propio. Que el encargado de las oficinas de Donceles 31 conteste ¿Estamos en puerta de una nueva reforma educativa en México?
El autor es profesor del Bachillerato General Matutino del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla BINE.
hernandez_luis21@yahoo.com.mx
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