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sábado, 18 de julio de 2009

¿Quién le cree todavía a Obama?

¿Quién le cree todavía a Obama?

Rebelión y Tlaxcala


Las "crisis" de Irán y Honduras desnudan por completo el doble rasero moral que arrastra al "alma americana", es decir, la mediocridad de una potencia decadente, como lo es Estados Unidos de Norteamérica. En un caso gritan “fraude” y en el otro llaman hipócritamente a la negociación de “todas las partes” y dejan que los intelectuales del establishment pongan la capa de barniz de profundidad analítica a esa parodia en que se ha convertido el “debate” sobre la legalidad de la “transición anticipada” y el “gobierno de transición”: To coup or not to coup. Suerte la tuya, Shakespeare, que no tuviste que ver en lo que ha devenido la anglósfera.

Efectivamente, hay un estudio realizado por dos instituciones que no tienen un pelo de chavistas o de fanáticas islámicas y, de hecho, son políticamente correctas: Terror Free Tomorrow: The Center for Public Opinion y American Strategy Program at the New America Foundation, -cuyos resultados fueron publicados por los autores, Ken Ballen y Patrick Doherty, en un artículo en el Washington Post- en el que se dice mucho más de lo que rescata Petras con relación a las elecciones iraníes ( http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/06/14/AR2009061401757.html )

Sobre Honduras hay abundante información confiable que, por supuesto, no proviene de los mendaces falsimedia corporativos, sino de los medios electrónicos alternativos y de honrosas excepciones en los medios impresos (La Jornada, de México, por ejemplo) y Telesur, en los que ya es evidente que Estados Unidos organizó el golpe para detener el avance de Zelaya en su país y del ALBA en América Latina. Zelaya planeaba cerrar la base militar de Palmerola, donde se forman los oficiales de la Fuerza Aérea hondureña. Para medir las dimensiones de esta decisión consideremos que las Fuerzas Armadas hondureñas son un bastión que el yanqui ha usado desde el golpe contra Jacobo Arbenz en 1954, para combatir al FSLN y al FMLN, y para la operación Irán-Contras. La democracia más pura inspiradora y creativa del planeta, según los fanáticos liberales, ha hecho de Honduras un Estado-plataforma de lanzamiento (como Kosovo) contra sus vecinos. ¡Ah, pero la histeria que provocan los planes expansionistas de Chávez! El Heraldo de Honduras publicó irresponsablemente que Chávez planeaba llevar a cabo una masacre en Honduras (http://www.elheraldo.hn/index.php/Ediciones/2009/07/08/Noticias/Chavez-planeaba-una-masacre-en-Honduras).

Hay quienes piensan que Obama fue puesto contra las cuerdas por los sectores más recalcitrantes y reaccionarios de la clase política yanqui, otros creen que Obama, estratégicamente, está cediendo ahora para impulsar “su programa”, es decir, las manidas promesas de campaña en la segunda mitad de su gobierno. Lo cierto es que cuando era evidente que Hillary Clinton no ganaba la interna en el Partido Demócrata a Obama le leyeron la cartilla los dueños de Estados Unidos: el complejo militar industrial y Wall Street. Lo que se expresa en los nombramientos de los secretarios de Estado, del Tesoro y de Defensa: una operadora del sionismo y de los intereses corporativos, un agente de Wall Street y un halcón neoconservador que ocupó la misma cartera en el gabinete de George W. Bush. No puedo evitar cierta hilaridad al recordar los debates acerca de quién sería mejor gobernante para dirigir el anhelado cambio de la era postBush (¿existe tal cosa?): si la mujer o el negro; ahora los tenemos en mancuerna haciendo desastres en el planeta y desgraciando la vida de seres humanos por doquier. Pero la fe proyanqui es más feroz de lo que podría pensarse a la vista de la situación económica militar y moral del imperio en su declive, si no pregúntenle al inefable cuan decadente escribiente y propagandista Mario Vargas Llosa.

Obama casi ha triplicado el déficit fiscal heredado por Bush en los meses que lleva gobernando: 1,1 billones de dólares, y se espera que en la próxima década supere los 7 billones. Estados Unidos lleva gastado en las guerras de Irak y Afganistán más de 800 mil millones de dólares, pero se niega a invertir en un compromiso serio contra la pobreza, el hambre y el calentamiento global, aunque usa con una displicencia insultante los ahorros del mundo para subsidiar a los parásitos de Wall Street.

Obama tendría que deshacerse del fardo que suponen la alianza con Israel y los sionistas que tiene en su equipo encargado de los asuntos de Medio Oriente y de negociar nada menos que con Irán, para que su discurso sobre las soluciones pacíficas fuera creíble. ¿Por qué promover acciones directas contra Irán y la República Democrática de Corea, y no hacer absolutamente nada ante el criminal exterminio que viene perpetrando Israel por décadas contra los palestinos, y muy especialmente en la reciente matanza en Gaza, o la usurpación del territorio saharahui por la monarquía marroquí. Obama tendría que suspender la ayuda militar y económica que generosamente dispensa a los regimenes israelí y alauita si quisiera realmente contribuir a que la aspiración nacional saharahui y palestina, y en consecuencia la paz en el Medio Oriente, pudiera realizarse. El discurso de Obama es parte de la simulación del imperio y no una voz alternativa.

Es lo mismo en América Latina: ¿qué espera Obama para deshacerse de los personeros del Complejo Militar Industrial en su gobierno, organizados especialmente en la Secretaría de Estado y el Pentágono? Si mantiene a John Negroponte y Otto Reich al frente del equipo del “Hemisferio Occidental” o sigue usando la asesoría de los “expertos” de Kissinger-McLarthy Asociates continuarán las conspiraciones made in USA contra Bolivia y Venezuela, no tardarán en pretender tumbar a los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Nicaragua -todos ellos “peligrosos comunistas”- con el apoyo del funcional y seguro servidor Oscar Arias y, por supuesto, en Honduras intentarán consolidar el golpe y legitimar a la dictadura civil-militar.

Obama camina firme por le senda de los dirigentes imperiales.


Fernando Sánchez Cuadros nació en Lima, Perú en 1957. Vive en México D. F. desde 1981, donde estudió economía. Fue Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica y Vicepresidente de la Federación de Estudiantes del Perú. Profesor universitario en temas de teoría económica, historia del pensamiento económico, macroeconomía, economía mexicana, comercio internacional y finanzas internacionales. Su reflexión crítica se concentra en el análisis de los procesos de dominación, el subdesarrollo, la geopolítica y los retos que plantea la mundialización neoliberal a la lucha de los pueblos.


FUENTE: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88829

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