La resistencia de las normales rurales
Con presupuestos acotados, autoridades que desprecian el normalismo rural y el acoso de policías y organismos de inteligencia, languidece el último reducto del proyecto mexicano de educación socialista. La “semiclandestina” Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, la organización estudiantil más vieja del país, se apresta a impedir el cierre de las escuelas normales rurales.
Zósimo Camacho / Julio César Hernández, fotos / enviados
Tenancingo, Estado de México. Hombres y mujeres de entre 18 y 24 años han cubierto con una gigantesca manta roja un tanque militar frente al cuartel del 19 regimiento de caballería motorizado, ubicado a cuatro kilómetros de esta cabecera municipal. Dos jóvenes trepan sobre el vehículo y arengan consignas a favor de la educación gratuita y los movimientos guerrilleros, y contra los gobiernos federal y estatal y las propias fuerzas castrenses.
Algunos soldados, con sus armas en ristre, y otros, con cámaras fotográficas y de video, se colocan a la entrada del cuartel. Uno de ellos sale a mofarse de los estudiantes e intenta pisotear la manta. Lejos de arredrarse, los 900 estudiantes gritan al unísono: “¡Alerta, alerta que camina / la lucha guerrillera por América Latina!”.
Luego de encararse con efectivos militares, “en la posición de firmes, con la cabeza descubierta, el puño izquierdo en alto y contra el cuartel” –según las propias instrucciones de quien porta el altavoz– los alumnos (agrupados en contingentes de las 17 escuelas normales rurales del país) entonan la Internacional Socialista y el himno Venceremos.
La marcha sigue rumbo al palacio municipal luego de haber pintado consignas e imágenes de Lucio Cabañas, Genaro Vázquez, Misael Núñez Acosta, el Che Guevara, Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Ilich Lenin.
Son los alumnos de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), la organización estudiantil más vieja del país, heredera del “centralismo democrático”, que carga con la defensa de las escuelas normales rurales, sentenciadas a desaparecer por los gobiernos estatales y federal.
Para los estudiantes, no se trata sólo de una escuela lo que está en riesgo, sino su “casa, familia y oportunidad de educación; y más que eso: una oportunidad de vida”.
Pero la aguerrida agrupación está acostumbrada a las movilizaciones. Casi desde la fundación de estas escuelas normales en 1922 (primero como escuelas normales regionales y escuelas centrales agrícolas) y luego del impulso que recibieron durante el sexenio de Lázaro Cárdenas, todo ha sido remar contra corriente.
Las escuelas siempre han sido vistas con desconfianza por los gobiernos en turno y han tenido que defender su vigencia con base en movilizaciones. Frecuentemente se les endilga ser “semilleros de guerrilleros”. No ha habido un solo año en el que no exista una movilización en defensa de alguna escuela normal rural.
En entrevista con Contralínea, el Comité Central de la FECSM rechaza que las normales rurales sean “semilleros de guerrilleros”.
—Son semilleros de buenas personas: críticas, analíticas y reflexivas. Estas escuelas abren la mente de la gente, le muestra la injusticia que hay. La misión de los profesores rurales es enseñarle a la gente cuáles son sus derechos. Por eso buscamos involucrarnos no sólo con los niños, sino con la sociedad, como gestores, como médicos y hasta sicólogos. Y es verdad que promovemos que las personas de los lugares a los que llegamos, analicen y critiquen su situación.
“Semiclandestinos”
La FECSM se considera semiclandestina, pues mantiene bajo reserva los nombres de quienes ocupan las carteras que se renuevan año con año. Además, los jóvenes utilizan seudónimos y alias para lo concerniente a su estructura interna y a las movilizaciones estudiantiles.
Los alumnos han sido acosados por organismos civiles y militares de inteligencia, pues por la filas de la FECSM han militado Lucio Cabañas Barrientos –quien fue secretario general de la organización en 1962, cinco años antes de que se internara en la sierra guerrerense y fundara el Partido de los Pobres–, Genaro Vázquez –quien, como Cabañas, estudió en la normal de Ayotzinapa– y, entre otros, Misael Núñez Acosta, egresado de la normal de Tenería, fundador de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en 1979 y asesinado dos años después.
Además, fueron normalistas rurales quienes acompañaron a los profesores Arturo Gámiz y Pablo Gómez en el ataque al cuartel de Madera en 1965, y también quienes nutrieron otros grupos guerrilleros, como el Movimiento de Acción Revolucionaria.
Por supuesto, también de estas escuelas han egresado profesores que después realizaron carrera política en las filas de los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática. Varios de ellos han sido legisladores y uno, gobernador.
El acoso se ha extendido hasta los últimos años, pues en 2000 se realizaron investigaciones acerca de supuestos nexos –nunca comprobados– de los estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, y Tamazulapan, Oaxaca, con las guerrillas del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente y del Ejército Popular Revolucionario.
“Educación para todos”
La organización vela porque las normales rurales se mantengan como tales: con sistema de internado, comedor y beca para cada estudiante; además, con módulos de producción (ganado bovino, caprino, lanar; y milpas de maíz, avena y sorgo, y huertas), talleres de carpintería y herrería, y clubes culturales (rondalla, trío, conjunto tropical, danza, payasística) y deportivos (futbol, básquetbol, voleibol, atletismo y natación).
Cada vez con menos presupuesto, tratan de mantenerse como cooperativas sustentables. Además, la FECSM ha tratado de sortear el cambio de planes de estudio oficiales –los cuales ahora son idénticos a los de las demás escuelas normales del país– con un plan de estudios paralelo que imparten los alumnos de semestres avanzados a los de nuevo ingreso. Así mantienen su educación marxista leninista.
Los alumnos de las 17 escuelas normales rurales estudian materialismo dialéctico e histórico y las biografías de luchadores sociales y guerrilleros. Algunas escuelas conservan –de manera extraoficial pero obligatoria para todos los alumnos– las materias: elementos de economía con orientación socialista; conocimiento de los problemas que afectan a la vida del campesino mexicano y crítica de las soluciones dadas a la luz de las ideas socialistas, y orientación socialista y legislación obrera y campesina.
Estructura de 84 años
Dos integrantes del Comité Central de la FECSM –quienes hablan a nombre de la organización– explican que el modelo organizativo de la federación estudiantil es similar, “y tiene como antecedente”, al de “organizaciones obreras, como las de Cananea y Río Blanco”.
La FECSM realiza cada año un congreso ordinario. Los únicos que se enteran del lugar en que se lleva a cabo son los integrantes del comité estudiantil y delegados de cada escuela. Los “organismos nacionales fraternos” que se renuevan año con año, y de manera democrática, son: Comité Central (CC), Comité Nacional de Vigilancia (CNV) y Comité de Orientación Política e Ideológica Nacional (Copin).
Las principales secretarías que integran el CC son: General; de Organización; de Relaciones Exteriores; de Conflictos, y de Acción Política. Las carteras más importantes del CNV son: presidente, secretario, tesorero, primer y segundo vocal. Las del Copin son similares pero se suman a su estructura los secretarios de Orientación Política de los comités de cada una de las escuelas. Hasta abril de 2008, el CC se encuentra en Tenería, Estado de México; el CNV en Teteles, Puebla, y el Copin en Tiripetío, Michoacán. En los próximos días se renovará la estructura.
A su vez, cada escuela se organiza alrededor de una sociedad de alumnos de aproximadamente 60 estudiantes. Cuentan con un secretario general, un secretario de actas y acuerdos, un secretario de organización, un delegado nacional y un delegado local; y 14 comités: de Orientación Política e Ideológica; de Lucha; de Raciones; de Orden y Disciplina; de Prensa y Propaganda; de Relaciones Exteriores; de Finanzas; de Difusión Cultural; de Módulos de Producción; de Higiene; de Transportes; de Centro de Cómputo; de Deportes, y de Asuntos Académicos.
Reacios a hablar acerca de su organización, los integrantes de la FECSM se disculpan por no revelar sus nombres ni lo que atañe a “las cuestiones internas”. Antes de conceder la entrevista, miembros del Comité Central, Copin y delegados de varias normales rurales, deliberan durante horas para evaluar las “consecuencias” de la charla con un medio de información.
—Siempre nos hemos conducido así y eso es lo que nos ha mantenido por tantos años fuertes y libres de infiltraciones. Eso es lo que nos ha funcionado desde los inicios de la organización y por eso hemos sobrevivido. Además, recordemos que la guerra sucia está regresando y ninguna organización va a decir quién es su dirigente ni dónde vive. Conocemos el actuar del sistema y debemos velar por la seguridad, más que de nosotros, de la organización misma.
Rechazan que tengan “asesores”. Aseguran que los alumnos de los semestres avanzados son los que se encargan de capacitar a los de nuevo ingreso. Y así se reproducen la estructura y los objetivos de la FECSM. “No nos asesora nadie, ni maestros ni autoridades”.
Escuelas para pobres
El principal requisito para ingresar a una escuela normal rural es ser pobre. En el proceso de selección que se realiza anualmente en cada uno de los planteles no sólo participan los las autoridades educativas estatales y federales, sino también los estudiantes. Ellos se encargan de asegurarse de que los alumnos de nuevo ingreso sean hijos de campesinos pobres, indígenas y mestizos. Para ello, realizan un estudio socioeconómico de cada aspirante y se trasladan a sus respectivos domicilios. Los otros requisitos (promedio y edad) varían de estado a estado; pero cada joven que ingresa, lo hace con el consentimiento de la sociedad alumnos.
—En primer lugar, el aspirante debe provenir de una zona marginada, una zona rural; debe saber trabajar el campo. Y el otro requisito es ser de escasos recursos, ser pobre. Éstas son escuelas para personas rurales y pobres. Los que sí tienen recursos, pueden pagar su educación en otra institución.
Una vez inscritos, los jóvenes forman parte –automáticamente– de la FECSM. Además de cumplir con sus materias del plan de estudios oficial, inician las lecturas y trabajos del plan de estudios alterno. De esta manera, la organización ha logrado sobrevivir 73 años.
La persecución
La FECSM fue fundada en 1935 –a iniciativa de los estudiantes de Tamatán, Tamaulipas, y luego de un intento en 1934 impulsado por los de Tacámbaro, Michoacán– y celebró su primer congreso en El Roque Guanajuato. Las tres escuelas fueron cerradas por el gobierno federal. El Comité Central se reserva los nombres de quienes impulsaron la creación de la organización estudiantil mexicana más antigua y mejor estructurada.
Luego de que las normales rurales hubieran participado de manera destacada en el movimiento estudiantil de 1968, el entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, ordenó el cierre de más de la mitad de estas escuelas. Ha sido el golpe más fuerte que la FECSM ha recibido. Durante tres años pasó a la clandestinidad total y, en 1972, en Atequiza, Jalisco, volvió a celebrar un congreso en el que dejó su carácter clandestino y regresó a la semiclandestinidad. Tuvieron que aceptar el cierre de la mayoría de las normales y concentrarse desde entonces en la defensa de las 17 que sobrevivieron.
Ahora están a punto de perder dos más: la de El Mexe, Hidalgo, y la de Mactumactzá, Chiapas. La primera languidece con la última generación. La segunda, ha sufrido la cancelación del internado, el comedor, los módulos de producción y se encuentra en un “proceso de transformación”.
Acerca del cierre de normales rurales luego de las movilizaciones estudiantiles de 1968, los estudiantes del Comité Central señalan que en esa época incluso varias escuelas fueron ocupadas por el Ejército Mexicano, como la de El Perote, Veracruz.
—Entonces la FECSM no hizo ninguna movilización ni en 1969, ni 1970, ni 1971; siguió trabajando pero de manera más clandestina, ya totalmente clandestina, para mantener la organización y para que no se quebrara la estructura. Y es hasta 1972 cuando se vuelve a convocar a otra concentración de normales.
Los estudiantes del CC rechazan que las escuelas normales rurales ya no sean necesarias para el país. Aducen que los embates gubernamentales obedecen a que resultan incómodas para las autoridades.
—Las normales rurales son necesarias para el país y sólo van a desaparecer cuando ya no haya pobres ni más niños que educar. Mientras la pobreza exista, la normales rurales tendrán razón de existir.
Además, reivindican su formación como la adecuada para impartir clases en las zonas más pobres del país.
—Como profesores, o licenciados en educación primaria rural, tenemos como trabajo, en primer lugar, defender a la gente, ayudarla en todos los aspectos. Ser maestro rural no se circunscribe a dar clases. Tenemos mucho más que dar. Vamos a lugares marginados a enseñar a leer y escribir, pero también a fungir como médicos, albañiles, agricultores, carpinteros, herreros, de todo. Además, nosotros vamos adonde los egresados de las normales urbanas no quieren ir.
Acerca de las carencias que aquejan a las normales rurales por falta de presupuesto, los alumnos señalan que ya han convocado a dialogar a la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, sin que hayan recibido respuesta.
—Desde el 27 de abril de 2007 se envió un escrito a la Secretaría de Educación Pública (SEP). Se trata de un pliego de demandas de las normales rurales. Solicitamos una audiencia de carácter resolutivo a la titular de la SEP. Supuestamente ella está para velar por el sector educativo. Nosotros creemos que la mejor manera de resolver los problemas es dialogando. Ella debe fungir como servidora pública y atender las demandas que le estamos planteando.
“¡En pie de lucha!”
Los alumnos de las normales, encabezados por el CC de la FECSM, concluyen su marcha en el palacio municipal. Un grupo de estudiantes sube las escaleras del edificio público y se asoma a la plaza desde los balcones. Entonces suben la enorme manta roja: un puño crispado con las iniciales de la organización. Con ella cierran el palacio, el cual permanecerá “tomado” mientras se desarrolle el acto políticocultural. Cientos de personas aplauden a los estudiantes y se disponen a presenciar el espectáculo preparado por los normalistas.
Con un grupo de payasos, un trío huasteco, un conjunto de música tropical, un grupo de danza y una rondalla, por más de tres horas mantienen a los lugareños alrededor de la plaza. Familias enteras acuden a ver a los estudiantes. Además de los espectáculos culturales que ofrecen, los normalistas también prestan asesorías y mano de obra a los campesinos de las comunidades aledañas donde se ubican. Ambas actividades constituyen el principal vínculo de los alumnos con la sociedad antes de incorporarse como profesores en alguna escuela pública.
Al final, cuando el sol se ha ido, los alumnos hacen una hoguera frente al palacio municipal con monigotes de trapo que representan policías federales y efectivos del Ejército. Mientras, un grupo grita el nombre de cada una de las escuelas y la muchedumbre le contesta: “¡En pie de lucha!”. Cantan el himno socialista Venceremos y concluyen: “¡Normales rurales, las quieren desaparecer / nosotros, con lucha y sangre, las vamos a defender!”. La gente les aplaude.
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Normales rurales mexicanas 1922-2008
El Quinto, Sonora | Río Verde, San Luis Potosí | Molango, Hidalgo | Champusco, Puebla |
Salaices, Chihuahua | El Roque, Guanajuato | Tenería, Estado de México | Ayotzinapa, Guerrero |
Saucillo, Chuihuahua | Atequiza, Jalisco | Xocoyucan, Tlaxcala | El Perote, Veracruz |
Torreón, Coahuila | Ciudad Guzmán, Jalisco | Huamantla, Tlaxcala | Villa Aldama, Veracruz |
Santa Teresa Coahuila | Jalisquillo, Nayarit | Panotla, Tlaxcala | Tamazulapa, Oaxaca |
Galeana, Nuevo León | Tiripetío, Michoacán | Palmira, Morelos | Comitancillo, Oaxaca |
Santa Lucía, Durango | La Huerta, Michoacán | Oaxtepec, Morelos | Reyes Mantecón, Oaxaca |
Aguilera, Durango | Tacámbaro, Michoacán | Amilcingo, Morelos | Mactumactzá, Chiapas |
Tamatán, Tamaulipas | Tolimán, Querétaro | Teteles, Puebla | Hecelchakán, Campeche |
San Marcos, Zacatecas | San Juan del Río, Querétaro | Zaragoza, Puebla | San Diego Tecax, Yucatán |
Cañada Honda, Aguascalientes | El Mexe, Hidalgo | Hueyapan, Puebla | |
El Cedral, San Luis Potosí | Actopan, Hidalgo | Xochiapulco, Puebla |
*Escuelas normales rurales cerradas
**Escuelas normales rurales vigentes
**Escuelas normales rurales en proceso de cierre
Revista Contralínea / México
Fecha de publicación: 1 de abril de 2008 | Año 5 | No. 99
FUENTE: http://www.contralinea.com.mx/archivo/2008/abril/htm/resistencia-normales-rurales.htm
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http://contralinea.info/video/2009/normales-rurales/
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